Las autoridades cubanas no han informado, al menos de manera oficial, sobre la desaparición de dieciseis jóvenes del municipio Niquero, en la provincia Granma, luego que naufragaran las embarcaciones precarias donde se lanzaron al mar con la intención de llegar a Montego Bay, en Jamaica.
La policía y personal de las tropas guardafronteras han visitado a los familiares de los náufragos procedentes de los barrios Belic, el Guano, Las Coloradas, Palma de la Cruz y otros.
“Llegaron a casa de mi mamá y lo que preguntaron fue si sabíamos si habían salido ilegal, pero de si lo están buscando, no nos han dicho nada. De salir un barco a hacer un recorrido no nos han dicho nada, cualquier gestión, nada”, dijo a Martí Noticias, Lisandra Alarcón, hermana de Luis Francisco Díaz Anaya, de 25 años, hasta ahora desaparecido.
De acuerdo a Lisandra, las edades de los migrantes oscilan alrededor de los 20 años, excepto un hombre de unos 40, también extraviado en el mar.
Hasta el momento, no hay una versión oficial sobre cuántas personas partieron, quiénes sobrevivieron, ni si fueron recuperados los cuerpos de algunos de los náufragos.
Mientras tanto, las horas pasan, dejando cada vez menos esperanza a los atribulados familiares y vecinos.
La tragedia, que tiene a toda la comunidad en vilo, retornó a la palestra de la opinión pública el costo humano de la migración por el mar, impulsada por la profunda crisis que viven los cubanos.
“Les echan la culpa a ellos porque salieron, pero es la necesidad que estamos pasando aquí y salen para ayudar a la familia, porque es que aquí no hay solución de trabajo. Aquí se está pasando necesidad, aquí donde vivimos, nos estamos muriendo de hambre. Salieron con la esperanza de llegar y poder ayudar a uno. Hay muchos que tienen niños y salieron con esa esperanza”, señaló la mujer.
En conversación con nuestro medio, Bárbaro Ramos, cuyos dos hijos aún están perdidos: Jonny Alejandro Ramos Tamayo, de 20 años, y Danny Osmar Tamayo Machado, de 26, salieron, junto a otros 25 muchachos el sábado antepasado de una zona conocida como Punta Casimba, en Cabo Cruz, la porción más meridional de la isla.
“Iban todos juntos, pero ahí se forman unas tormentas inmensas. Iban en las llamadas chalanas, los botecitos que son de tres personas, de remos, de madera. En unos iban tres, en otros iban dos. Eran ocho o nueve botecitos de esos”.
Según el testimonio de Ramos, los que llegaron a Jamaica contaron que el bote donde viajaban sus hijos y otros tres, se volcó debido a las fuertes olas y aunque lograron asirse a la embarcación, no se sabe que fue de ellos.
"Quedaron vivos agarrados del bote. Esa es la esperanza de nosotros, que quedaron vivos ahí, pero eso fue lejos, en mar abierto, ahí como único se les llega es en avión, en helicóptero, pero aquí nosotros no hemos visto ni en fotos, un helicóptero cubano”, señaló.
“Andan aquí en la calle en grupos [ las autoridades], como que tienen miedo que nosotros nos vayamos a manifestar. De eso es lo que están preocupados, no por los que están perdidos y son 16”, relató.
Aunque algunos perfiles en redes sociales y medios independientes han publicado que los guardacostas jamaicanos han realizado búsquedas, no hay constancia de ninguna operación de búsqueda o rescate en el mar Caribe por parte de las autoridades cubanas o jamaicanas.
“¡Desesperados! No tenemos noticias. Aquí no nos dicen nada, este gobierno no nos dice nada. Lo único que dicen es que ellos los advirtieron para que no se fueran”, indicó el padre.
En noviembre, Jamaica reportó un aumento en la llegada de migrantes cubanos por mar, lo que motivó un incremento en los patrullajes fronterizos.
El gobierno de Jamaica avisó que trabaja para interceptar a estos migrantes y devolverlos a Cuba, al tiempo que toma medidas para abordar el problema de la inmigración irregular.
“Se tienen que ir porque aquí hay mucha necesidad. El más chiquito mío, yo tengo un nieto de él que tiene dos años y esos muchachos se pasan meses y meses que no les dan leche. Nosotros tenemos que estar aquí sufriendo, pasando trabajos para comprarle leche. Imagínate tú si no se van a ir”, recalcó Ramos.
Once consiguieron llegar con vida a Jamaica, pero aportaron poca información sobre sus compañeros de travesía debido a la incertidumbre de los ocurrido en la oscuridad de la noche, la desorientación, las condiciones climáticas y el miedo a poner en riesgo sus trámites migratorios en la isla caribeña de habla inglesa.
Martí Noticias no pudo confirmar los nombres de todos los jóvenes que partieron de la isla en aquella aciaga tarde de inicios de noviembre.
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