El gobierno cubano anunció la implementación de aumentos en los salarios y estímulos adicionales a sus atletas de alto rendimiento, una medida incluida entre los llamados Lineamientos 143, 162, 170 y 171, de la política económica, según un largo informe publicado en Cubadebate.
El documento explica que de 14 millones de pesos cubanos, el presupuesto para salarios y estímulos en el deporte asciende ahora 75.8 millones. Los ingresos se aplicarán por categorías: atletas en activo y glorias deportivas, además de entrenadores y preparadores técnicos.
Para otorgar los premios fueron elaboradas 9 normas jurídicas que comprenden la distribución de los premios obtenidos por los atletas en justas foráneas y del país; las licencias deportivas para la dedicación a tiempo completo en el deporte; el salario de los atletas, entrenadores y especialistas; la tributación al estado y el concepto que regirá para la contribución a la seguridad social, así como cuánto recibirá cada atleta o entrenador de los premios individuales y colectivos recibidos en el exterior.
Los nuevos premios
Entre los ejemplos expuestos por el informe aparecen los 5 mil pesos en moneda nacional (unos 200 dólares), otorgados a jugadores de béisbol que cumplimentaron el 70 % de los juegos en la pasada campaña, lanzadores abridores con más 120 entradas, además de relevistas y selladores con 32 apariciones en la lomita y obtener el éxito como apaga fuegos en 10 partidos.
A los líderes por departamento, incluyendo al Novato del año se les concedieron mil pesos (unos 40 dólares). Entre ellos el toletero industrialista Yulieski Gourriel y el pinareño Yosvani Tomás, terminaron con 6 premios individuales para hacerse cada uno de ellos de 240 CUC o 6 mil pesos en moneda nacional.
Los equipos de pelota de Pinar del Río, Matanzas e Industriales, que se coronaron por ese orden en la pasada Serie Nacional de Béisbol fueron premiados con 65 mil, 45 mil y 30 mil pesos en moneda nacional, respectivamente.
Esta suma la debieron dividir entre
más de una veintena de atletas, preparadores técnicos y directivos de cada equipo.
Lo que pensó Fidel
La referida política de ingresos está sustentada en las amarras ideológicas con que a principios de la década de 1960 se suspendió el deporte rentado en la isla, y el nuevo gobierno asumió y propagandizó como “el deporte revolucionario”.
El tedioso pliego publicado por Cubadebate, de unas veinte páginas, asegura que se trata “del pensamiento político de Fidel (Castro) en torno al deporte” y se remite a una frase del dictador a cerca del retiro y el estímulo a los deportistas.
“El mejor estimulo que puede crearse para el atleta es asegurarle su retiro y saber premiar a los que llegan a campeones…”
Los ingresos mensuales para atletas, según las categorías deportivas alcanzadas, así como la remuneración a las denominadas ‘glorias deportivas’ está condicionada “siempre que mantenga una conducta social acorde a los principios y valores de nuestra sociedad”, sin determinar de qué principios se trata.
El resultado que ahora se “premia y estimula” está antecedido por decenas de pugilistas y peloteros de gran valía que han escapado de la isla, abandonado sus delegaciones en competencias alrededor del mundo o sufren el olvido de las autoridades deportivas en las provincias en que residen.
El doctor Darsi Ferret, junto al cineasta Manuel Benito del Valle grabaron en La Habana los testimonios de once campeones de boxeo, en distintas categorías, que vivían en el olvido, estaban resentidos de los directivos del Instituto Nacional de Deporte y Recreación (INDER) o clamaban ante los aparatos burocráticos por la reparación de sus viviendas, entre otros favores.
Entre los olvidados estaban campeones mundiales como Douglas Rodríguez, el olímpico Ángel Herrera o el supersónico Raberto Caminero, conocido como “Chocolatico Pérez”, aunque nos criticaban directamente a los altos dirigentes del gobierno cubano. La cámara de Del Valle y el Dr. Ferrer descubrían el abandono a que habían sido relegados.
El documento explica que de 14 millones de pesos cubanos, el presupuesto para salarios y estímulos en el deporte asciende ahora 75.8 millones. Los ingresos se aplicarán por categorías: atletas en activo y glorias deportivas, además de entrenadores y preparadores técnicos.
Para otorgar los premios fueron elaboradas 9 normas jurídicas que comprenden la distribución de los premios obtenidos por los atletas en justas foráneas y del país; las licencias deportivas para la dedicación a tiempo completo en el deporte; el salario de los atletas, entrenadores y especialistas; la tributación al estado y el concepto que regirá para la contribución a la seguridad social, así como cuánto recibirá cada atleta o entrenador de los premios individuales y colectivos recibidos en el exterior.
Los nuevos premios
Entre los ejemplos expuestos por el informe aparecen los 5 mil pesos en moneda nacional (unos 200 dólares), otorgados a jugadores de béisbol que cumplimentaron el 70 % de los juegos en la pasada campaña, lanzadores abridores con más 120 entradas, además de relevistas y selladores con 32 apariciones en la lomita y obtener el éxito como apaga fuegos en 10 partidos.
A los líderes por departamento, incluyendo al Novato del año se les concedieron mil pesos (unos 40 dólares). Entre ellos el toletero industrialista Yulieski Gourriel y el pinareño Yosvani Tomás, terminaron con 6 premios individuales para hacerse cada uno de ellos de 240 CUC o 6 mil pesos en moneda nacional.
Los equipos de pelota de Pinar del Río, Matanzas e Industriales, que se coronaron por ese orden en la pasada Serie Nacional de Béisbol fueron premiados con 65 mil, 45 mil y 30 mil pesos en moneda nacional, respectivamente.
Esta suma la debieron dividir entre
más de una veintena de atletas, preparadores técnicos y directivos de cada equipo.
Lo que pensó Fidel
La referida política de ingresos está sustentada en las amarras ideológicas con que a principios de la década de 1960 se suspendió el deporte rentado en la isla, y el nuevo gobierno asumió y propagandizó como “el deporte revolucionario”.
El tedioso pliego publicado por Cubadebate, de unas veinte páginas, asegura que se trata “del pensamiento político de Fidel (Castro) en torno al deporte” y se remite a una frase del dictador a cerca del retiro y el estímulo a los deportistas.
“El mejor estimulo que puede crearse para el atleta es asegurarle su retiro y saber premiar a los que llegan a campeones…”
Los ingresos mensuales para atletas, según las categorías deportivas alcanzadas, así como la remuneración a las denominadas ‘glorias deportivas’ está condicionada “siempre que mantenga una conducta social acorde a los principios y valores de nuestra sociedad”, sin determinar de qué principios se trata.
El resultado que ahora se “premia y estimula” está antecedido por decenas de pugilistas y peloteros de gran valía que han escapado de la isla, abandonado sus delegaciones en competencias alrededor del mundo o sufren el olvido de las autoridades deportivas en las provincias en que residen.
El doctor Darsi Ferret, junto al cineasta Manuel Benito del Valle grabaron en La Habana los testimonios de once campeones de boxeo, en distintas categorías, que vivían en el olvido, estaban resentidos de los directivos del Instituto Nacional de Deporte y Recreación (INDER) o clamaban ante los aparatos burocráticos por la reparación de sus viviendas, entre otros favores.
Entre los olvidados estaban campeones mundiales como Douglas Rodríguez, el olímpico Ángel Herrera o el supersónico Raberto Caminero, conocido como “Chocolatico Pérez”, aunque nos criticaban directamente a los altos dirigentes del gobierno cubano. La cámara de Del Valle y el Dr. Ferrer descubrían el abandono a que habían sido relegados.