El deshielo de los lazos entre Estados Unidos y Cuba ha despertado esperanzas en el sector petrolero de la isla, que está abierto a hacer "todo tipo de negocios" con compañías norteamericanas, dijo una funcionaria cubana.
"Que vengan, que estamos listos esperando por ellos, tenemos todo tipo de negocios para ellos", declaró el martes María Yodalis Hernández, portavoz de la Empresa de Perforación y Extracción de Petróleo del Centro, filial de la petrolera estatal cubana Cupet.
"Esperamos que esta nueva apertura, que ha comenzado después del día 17 (de diciembre), influya en la industria petrolera" cubana, añadió Hernández.
A pesar de la flexibilización de las sanciones económicas a la isla, el embargo todavía vigente prohíbe hacer negocios con Cuba.
La industria petrolera cubana ha sido "altamente dañada y afectada por el bloqueo" de Estados Unidos, cuyas compañías, a pesar de disponer de "los principales recursos y la tecnología de punta, no pueden negociar con Cuba", destacó Hernández.
Según la funcionaria de Cupet, la Empresa del Centro sólo puede explotar el 5% de sus reservas totales, que "están en el orden de millones de toneladas de barriles (de) petróleo", porque "no tenemos tecnologías para poder extraerlo", explicó.
"Esperamos que ahora, en esta nueva apertura, tengamos la posibilidad de demostrarles que Cuba tiene oportunidades petroleras, y ellos lo saben", porque "estuvieron aquí antes de 1959 y nos exploraron completamente", añadió Hernández durante una visita de corresponsales extranjeros en Matanzas.
Cuba produce en pozos en tierra y aguas del mar poco profundas unos 25 millones de barriles anuales de petróleo, que representan casi el 50% del consumo nacional. El resto lo importa desde Venezuela con facilidades de pago.
El crudo cubano es básicamente extrapesado y sólo puede destinarse a la generación eléctrica y a la producción de cemento, lubricantes y asfalto.
Expertos internacionales estiman que en la zona económica cubana del golfo de México existen reservas probables de entre 5.000 y 9.000 millones de barriles de crudo, pero las autoridades cubanas afirman que llegarían a 20.000 millones de barriles.
La zona de 112.000 km2, que limita con aguas de Estados Unidos y México, ha sido dividida en 59 bloques, 22 de ellos adjudicados en contratos de riesgo con compañías extranjeras. Algunas de esas compañías, como la española Repsol, han perforado en el área
sin resultados comerciales.