El Gobierno abrió un lujoso supermercado en los bajos del Hotel Grand Muthu Habana que solo acepta dólares en efectivo o tarjetas internacionales, como la rusa MIR y la china UnionPay, o las llamadas Clásica, emitidas por la financiera Cimex, perteneciente al conglomerado de los militares, GAESA.
La noticia de la apertura del local, que no tuvo anuncio oficial, ha generado polémica entre los cubanos, cuyo salario mínimo no supera los 2.100 pesos en Moneda Nacional, unos siete dólares al cambio en el mercado informal.
Varios jóvenes youtubers han mostrado en sus canales las ofertas y precios del supermercado, ubicado en la intersección de 3ra y 70 de la barriada de Miramar, que contrastan con las desabastecidas tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC).
El supermercado, perteneciente a la cadena de Tiendas Caribe de la corporación Cimex, es parte de un centro comercial integrado por varias tiendas privadas.
"Aunque vean pocas personas, aquí viene un sector mínimo de la población, el que tiene economía para eso... Estas tiendas no están para el cubano de a pie, los que viven de un salario", explica Kary Sánchez, autora de uno de los videos.
"Me parece que estoy en otro lugar, no me parece Cuba", agrega la joven.
Otro youtuber, Victor G, hizo un recorrido por la tienda mostrando las estanterías repletas de productos, desde alimentos hasta artículos de higiene personal.
En redes sociales los cubanos se preguntan qué pasará con sus ahorros en MLC. En diciembre pasado las autoridades anunciaron un grupo de medidas que incluye la dolarización parcial de la economía, como estrategia para recaudar moneda extranjera.
El proceso de reformas conocido como el “ordenamiento”, que comenzó hace cuatro años, ha agravado la situación en la isla, que atraviesa una profunda crisis con escasez de productos de primera necesidad, inflación e incumplimientos de los planes de producción nacional.
Ulises Toirac, un popular humorista crítico del gobierno, apuntó en Facebook que la apertura del supermecado constituye una evidencia que "la brecha entre los desposeídos y los que tienen poder (de otra manera no es posible manejar los dólares que se necesitan para hacer compras en esta tienda) sigue incrementándose. Las injusticias sociales siguen haciéndose más evidentes y profundas... El resultado no va a tardar: la familia que envía dinero vía MLC dejará de hacerlo".
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