Activistas de Baracoa, en el oriente de Cuba, llevan adelante el Proyecto Juan Pablo II que ayuda a personas necesitadas con la entrega de alimentos, artículos de aseo e información noticiosa e instructiva.
"Les llevamos aseo personal, productos alimenticios, y aprovechamos la ocasión para entregarles impresos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, además de DVDs con la programación de Televisión Martí, para que puedan informarse, dijo su organizador, el activista Francisco Luis Manzanet Ortiz, a Diario de Cuba.
A juicio del activista, esas acciones son urgentes ahora que el municipio quedó en ruinas y no se sabe cuándo se pueda recuperar.
La acción de ayuda más reciente fue el pasado mes de febrero, cuando varios activistas fueron al barrio El Roble, en la zona de El Jamal, y entregaron a ocho niños "juguetes y juegos didácticos que compraron en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD), donde los precios son exorbitantes", precisó Manzanet, que lleva adelante el proyecto junto a otros cuatro activistas.
La labor del grupo ha llamado la atención de la policía política, que en ocasiones "tratan de impedir que los juguetes lleguen a las manos de los niños, así como los alimentos a los necesitados", dijo Manzanet.
Según el activista, las ayudas proceden de organizaciones europeas de Derechos Humanos y de exiliados cubanos en Estados Unidos, quienes han aportado recursos para la compra de los artículos de primera necesidad y los juguetes, sin embargo, la policía ha ido a las casas donde se entregan los donativos y amenazado a quienes los reciben, alertó.
En su perfil de Facebook, Manzanet escribió que el proyecto ayuda a los necesitados sin importar ideología, raza o religión.
(Con información de Diario de Cuba y Facebook de Francisco Luis Manzanet)