Facilitadores del proyecto humanitario "Capitán Tondique", que da de comer a personas necesitadas en Colón, Matanzas, aseguran que la policía política realiza una campaña de descrédito para impedir que las personas asistan al lugar en busca de ayuda.
Los miembros del grupo que elaboran alimentos y atienden a los desamparados son Damas de Blanco y activistas de otros grupos opositores en la región.
"Esta semana, unas personas que andaban en un carro de salud pública le dijeron a dos de los que habitualmente van a recibir los almuerzos que había que hacerles análisis, porque el lugar donde se distribuían los alimentos "estaba contaminado", dijo a Martí Noticias el opositor Francisco Rangel Manzano, uno de los promotores de la iniciativa.
Según el activista, algunos de los beneficiarios del proyecto "se atemorizaron y permitieron que les hicieran análisis, pero otros no, y hubo quien destacó que el lugar donde ellos comen es uno de los más limpios de Colón", relató Rangel.
Esas acciones, a juicio del opositor, son para “que los desamparados no vengan a comer y desaparezca el proyecto humanitario que llevamos adelante".
Rangel agregó que lo ocurrido esta semana es una alerta de que ellos -los opositores- tienen que ser muy cuidadosos, y tomar todo tipo de precauciones, porque “el régimen es capaz de todo”.
Al principio, el proyecto ofrecía un almuerzo semanal a desamparados en el poblado de Colón, en Matanzas, pero se ha extendido a otras localidades y en este momento también incluye almuerzos a enfermos mentales y niños.
La obra caritativa y sin fines de lucro ha contado con ayuda solidaria desde el exterior, específicamente de cubanos exiliados que viven en Miami.
Una fotogalería publicada en Twitter por el Proyecto Capitán Tondique muestra las medidas de higiene que toman para preparar los alimentos distribuyen a las personas que acuden al lugar en busca de ayuda.
(Con la colaboración de Ivette Pacheco)