El Ministro de Asuntos Exteriores de las Bahamas, Fred Mitchell, negó ayer que su Gobierno haya "tolerado" y "permitido" al de Cuba intimidar a un testigo clave, en una audiencia para determinar si infantes de marina bahamenses abusaron el año pasado de detenidos cubanos en el Centro de Detención de Inmigración situado en Carmichael Road, Nassau.
El pasado jueves el grupo de exiliados cubanos Movimiento Democracia, con sede en Miami, expresó su preocupación por que su compatriota Yordan Cantero, una de las presuntas víctimas, pudiera haber cambiado su versión de los hechos durante la vista debido a "tácticas de intimidación" por parte del gobierno cubano, las que habrían sido "sospechosamente toleradas como legítimas por algunos altos funcionarios de las Bahamas".
Las declaraciones siguieron a otras del letrado defensor de los infantes de marina, Wayne Munroe, quien aseguró que Cantero había cambiado su testimonio ante el panel judicial de la Real Fuerza de Defensa de las Bahamas.
Cantero y otros dos cubanos, Carlos Pupo y Alexander Vázquez, denunciaron que los “marines” los golpearon después de que ellos intentaran escapar del centro de reclusión el 20 de mayo de 2013. Las audiencias se reanudaron la semana pasada.
Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento, criticó además las audiencias, asegurando que el proceso está "plagado de irregularidades, secretismo y dudas en torno a la transparencia de los gobiernos de Cuba y Bahamas".
El canciller Mitchell desestimó las acusaciones de Sánchez como “propaganda de un gupo anti-bahamense”. También negó afirmaciones del líder del Movimiento Democracia respecto a que Cantero había regresado para testificar la semana pasada a Nassau bajo la custodia de agentes de la seguridad del Estado cubana.
El ministro bahamense reveló mientras tanto que el testigo fue recibido en el aeropuerto por un representante de la Embajada de Cuba.
