El presidente del Banco Profesional de Coral Gables, Raúl Valdés-Faulí, dijo este lunes que su visita a Cuba en julio pasado para asistir a un taller con funcionarios gubernamentales del sector financiero en la isla le permitió tener una mejor comprensión del sistema bancario cubano y ver cómo los bancos de la isla trabajan con los empresarios privados.
En declaraciones a The Miami Herald, el banquero dijo que aprendió nuevas siglas en español durante el viaje, siglas como TCP, abreviatura de Trabajadores por Cuenta propia, eufemismo cubano para referirse a lo que Valdés-Faulí llama empresarios privados.
"Estoy muy contento de haber ido", dijo Valdés-Faulí. "Había un montón de buena conversación sucediendo durante los descansos para tomar café y en la recepción de cierre. Y esas conversaciones eran probablemente tan importantes como lo que estaba ocurriendo en las sesiones formales. Así es como comienzan las relaciones", señaló en una entrevista con el diario miamense.
El banquero de Miami se refería así a un exclusivo taller de dos días celebrado en La Habana a mediados de julio, al que asistieron alrededor de 100 personas.
"Fue realmente una oportunidad educativa, y también revisó todos los cambios normativos desde diciembre de 2014", dijo por su parte el consultor bancario del sur de Florida, Fernando Capablanca.
Armado con la nueva información del taller, añadió, el Grupo de Estudio de la Banca cubana tiene previsto actualizar su libro de 1995, "Cuba: pasado, presente y futuro de su sistema bancario y financiero".
Capablanca señaló que podría haber una reunión de seguimiento a principios del año próximo. En cuanto a los próximos pasos en la relación bancaria en ciernes, dijo que "mucho dependerá de nuestra elección."
Poco después de que Estados Unidos y Cuba anunciaron que estaban trabajando hacia la normalización de las relaciones, el 17 de diciembre de 2014, Capablanca pensó que también había llegado el momento de que los banqueros de Cuba y de Estados Unidos, los reguladores bancarios y funcionarios gubernamentales de ambos países se sentaran y se familiarizaran a fondo.
Los banqueros estadounidenses no saben mucho acerca de cómo la banca en Cuba está estructurada. Por otro lado, los banqueros cubanos también tenían un montón de preguntas acerca de las actividades bancarias en los Estados Unidos, señalaron los expertos.
"La lógica real para el taller es que tenemos una gran cantidad de cubanoamericanos en el sur de Florida, y un día el embargo va a desaparecer, por lo que los bancos están explorando opciones de futuro", dijo al diario miamense David Seleski, presidente y director ejecutivo del Banco Stonegate.
"Ha sido una puerta cerrada, y en realidad no ha habido interacciones entre los bancos cubanos y norteamericanos en tanto tiempo que casi había que volver a empezar con lo básico", subrayó Seleski.
Al gobierno de Obama le gustaría que los bancos de Estados Unidos actúen en esta apertura, pero hasta ahora, según lo participantes en el taller, los banqueros estadounidenses han sido reacios a participar.
Los organizadores dijeron que el taller era un primer paso necesario en el proceso para llegar a conocerse, y que se trató el tema de la historia de la banca en los dos países, la ciberseguridad y la lucha contra el blanqueo de dinero, así como las perspectivas de intercambio a través de las burocracias de Estados Unidos y Cuba.
El taller, celebrado en el Hotel Nacional, en La Habana, contó con la participación de 15 miembros del gobierno federal estadounidense, incluyendo representantes de la OFAC, la Reserva Federal, el Departamento de Estado, Tesoro y Comercio; alrededor de dos docenas de funcionarios cubanos de varias agencias gubernamentales, banqueros cubanos, banqueros de Estados Unidos, principalmente de la Florida, y unos pocos representantes de los bancos internacionales con oficinas en Cuba.