El Gobierno de Cuba dejará de ofrecer subsidios directos a las personas damnificadas por desastres y en su lugar ofrecerá distintos tipos de créditos para que las familias puedan acceder a los bienes y servicios necesarios para la reconstrucción.
Según publica la Resolución 143/2015 del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), publicada en la Gaceta Oficial No. 25 Ordinaria de 15 de junio de 2015, a partir de ahora se fijan los precios y el financiamiento para los productos que se entreguen a personas naturales que han sufrido alguna afectación por la ocurrencia de algún desastre.
La prensa oficial cubana informa a través del diario Juventud Rebelde que cuando una familia no pueda pagar los precios de los productos asignados tras un desastre, podrá acceder a un crédito bancario en las condiciones y términos establecidos por las instituciones.
No obstante, el Consejo Popular o la Zona de Defensa –en caso de estar activada– podrá proponer al Consejo de la Administración Municipal o al Consejo de Defensa municipal que los intereses de esos créditos bancarios sean asumidos por el Presupuesto del Estado total o parcialmente.
Establece que por "decisión del Gobierno Central y de forma excepcional se puede otorgar una bonificación al monto total a pagar, según los precios establecidos de los bienes y productos que reciban los damnificados, asumiéndose donde corresponda otorgarse, por los presupuestos municipales".
En cualquier caso, las ayudas nunca serán totales, ya que la nueva normativa define que la "cuantía de la bonificación es la diferencia entre el valor total a pagar por los bienes y productos asignados y el importe que es cubierto mediante recursos propios del damnificado, evitándose en lo posible, que la entrega resulte totalmente gratuita".
En cualquier caso, todo cubano afectado por un desastre deberá devolver el dinero del crédito en un plazo determinado de tiempo y por el valor exacto de los productos que recibió, mientras que los intereses correrán "a costa del pueblo", como cita Juventud Rebelde.
Tradicionalmente, Cuba asumía la reconstrucción de algunas casas afectadas por desastres y proporcionaba ayuda a la población, una política que más tarde sustituyó por ayudas directas para que las personas reconstruyeran sus viviendas y ahora por créditos. Un cambio que no es bien visto por algunos cubanos, tal y como recogió Radio Martí.
La Resolución establece igualmente que cuando "a los damnificados se les haga entrega de productos recibidos como donación (interna o externa) esta se hace sin costo alguno para los mismos". En ese caso "sólo se cobra el margen comercial, que incluye los gastos de distribución y transportación, según corresponda, por quien la ejecuta".
Toda esta normativa se aplicará –literalmente– a las pérdidas y daños en que se incurre durante las etapas de respuesta y recuperación ante situaciones de desastres, las cuales se califican según la Resolución como "aquella situación que se crea en una parte del territorio nacional como consecuencia del impacto de un evento natural, tecnológico o sanitario, caracterizada por afectaciones tan severas en la actividad económica, que interrumpe el desarrollo normal de la sociedad y excede la capacidad de respuesta y recuperación de los territorios afectados".