La huelga de hambre a la que se someten Carlos Amel Oliva, Guillermo Fariñas y otros opositores cubanos entraba este lunes en un momento crítico, que podría agravarse en las próximas jornadas.
Oliva, en delicado estado de salud tras 27 días de inanición, se negó este domingo a recibir atención médica, y desde el viernes 5 de agosto no ingiere agua, explicó a Martí Noticias su esposa Katerine Mojena.
“Estuvo hasta ayer por la tarde (domingo) con suero, pero ya mandó a que se lo retiraran. Según el médico, tenía sangrado digestivo (…) quería hacerle unos análisis para ver como tenía el hígado, y él no quiere, dice que no se va a hacer nada, que no quiere prolongar esto”, aseguró Mojena desde Santiago de Cuba.
Otro de los activistas que seguían a Oliva, Lázaro Curbelo, también internados en el hospital Juan Bruno Zayas de Santiago de Cuba, decidió abandonar la huelga ante las complicaciones de salud que se le han presentado en la últimas horas.
Oliva dirige la rama juvenil de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y asumió la huelga de hambre como protesta debido a la ocupación de una computadora portátil que le hizo la policía cuando visitaba la localidad de Palma Soriano.
Otros cinco opositores de UNPACU acompañan a Oliva en la huelga, dos de ellos también hospitalizados ante el deteriorio de su salud.
Zulma López y y Laudelino Rodríguez fueron conducidos de urgencia al hospital este domingo para recibir auxilio médico. Oria Josefa Casanova, Maikel Mediaceja y Rubén Alvarado permanecían en huelga de hambre en la sede de la UNPACU, en el reparto Altamira de Santiago de Cuba.
Fariñas, decido a llevar la huelga hasta el final
A Oliva le siguió Guillermo Fariñas Hernández, Premio Sajarov 2010 a la libertad de expresión. Fariñas inició su protesta luego de recibir una golpiza mientras reclama la libertad de activistas de derechos humanos en Santa Clara, al centro del país.
El domingo, Martí Noticias corroboró, a través de Alicia Hernandez, madre del huelguista, que no quiere recibir más atención médica ni volver a ser conducido al hospital en caso de perder el conocimiento.
Sin embargo, la señora Hernández contrarió la decisión de su hijo, al asegurar: “si vuelve a perder el conocimiento, sí lo llevaré al hospital como en ocasiones anteriores”.
El opositor cubano cumple este lunes 18 días sin ingerir alimentos ni agua, y acompañó su decisión con tres exigencias al general Raúl Castro, que comprenden el cese del maltrato a los opositores, que el resultado sea publicado en el periódico oficial Granma y que los trabajadores por cuenta propia dejen de ser hostigados por la policía e inspectores estatales.
Fariñas llevó a cabo una huelga similar en febrero de 2010, luego de la muerte por el mismo motivo del disidente Orlando Zapata Tamayo. En ese entonces Fariñas exigió la liberación de los presos políticos cubanos, lo que llevó a una negociación que contó con la intervención de la Iglesia Católica cubana, y terminó con la liberación y salida del país de ex prisioneros y sus familiares.