Cuba y Chile firmaron el martes un contrato de asociación económica internacional que buscaría reflotar proyectos mineros en la localidad de Nicaro, Holguín, según informaron fuentes diplomáticas y comerciales chilenas.
El acuerdo entre la empresa estatal Comercial Nickel S.A y la privada chilena RM Asesorías comenzaría con un estudio de factibilidad técnico y económica.
Si resulta positivo el estudio, ambas partes avanzarían en el plan de extraer minerales, -específicamente el hierro-, presente en las colas o relaves de donde se extrajo hasta ahora solo níquel.
Un comunicado enviado a periodistas por la representante comercial de la embajada de Chile en La Habana, Yahima Rodríguez, indicó que el proyecto está incluido en las prioridades presentadas por Cuba en su Cartera de Oportunidades para la Inversión Extranjera.
El representante de RM Asesorías, Ronny Muñoz, dijo a medios que el contrato ofrece a Cuba “el aporte financiero, tecnológico, desarrollo de conocimientos, trabajo para la comunidad y una mejora ambiental con la consiguiente recuperación del lugar”.
El empresario dijo además que “este proyecto puede generar en 19 años más de 2.500 millones dólares”. La firma se realizó el martes en la sede del Ministerio de Energía y Minas.
Resucitando a Nicaro
Tras el estudio de factibilidad técnica y económica, -que deberá durar dos años-, ambas partes crearían una empresa mixta si los resultados del estudio resultan positivos.
El proyecto llega a cinco años de que Reuters confirmara el cierre en 2012 de la planta procesadora de níquel, "René Ramos Latour", situada en Nicaro, dejando sin apenas vida un poblado de unos 15.000 habitantes que subsistía en torno a dicha producción.
Cuentan incluso que en Nicaro la gente no usaba relojes porque el silbato de la fábrica regía la vida. El desmantalamiento dejó en la incertidumbre a sus habitantes.
Las autoridades dijeron entonces que la planta no era "económicamente sostenible".
Pero fuentes del sector sostienen que el valor del relave ubicado en la zona de Nicaro asciende a unos 120 millones de toneladas, y constituye una fuente artificial de óxidos de hierro. Desde 1961 había sido explotado para la obtención de níquel y cobalto.
El proyecto cubano-chileno contribuiría también en la descontaminación de la región, asegura el comunicado de la sede diplomática.