Cuba demandó el viernes la eliminación de la "agresiva y arbitraria" Orden Ejecutiva 13692 decretada por el Gobierno de Estados Unidos contra Venezuela en 2015, cuya vigencia el presidente Barack Obama decidió prorrogar por un año más.
Una declaración del Gobierno de Cuba divulgada por medios oficiales reiteró "de manera resuelta y leal su apoyo incondicional" y del pueblo cubano a Venezuela y al Gobierno de ese país presidido por Nicolás Maduro.
"Esta nueva acción injustificada contra una nación hermana, pacífica y solidaria de Nuestra América, ignora la indignación y el rechazo que suscitó en la VII Cumbre de las Américas en Panamá la promulgación de esta insólita Orden", añade.
Asimismo considera que la intervención en los asuntos internos del pueblo venezolano "no ha cambiado" y que el objetivo de derrocar la Revolución Bolivariana "se mantiene vigente".
El Ejecutivo de La Habana también llamó a los Gobiernos y pueblos de la región a reclamar que "se respeten los postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz", firmada por los jefes de Estado y de Gobierno en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) celebrada en La Habana en enero de 2014.
El presidente estadounidense Barack Obama renovó este jueves el decreto que emitió en marzo del año pasado, una orden ejecutiva por la que ampliaba además las sanciones a ciertos funcionarios del Ejecutivo venezolano aludiendo a la crítica situación del país caribeño.
En esa orden, Obama determinó que la situación en Venezuela constituye "una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de EE.UU.".
La declaración cubana tiene lugar dos semanas antes de la visita de Obama a Cuba, anunciada para los días 21 y 22 de marzo a Cuba, la primera de un gobernante de Estados Unidos a la isla en los últimos 88 años, que además tiene como contexto el deshielo diplomático concretado entre ambas naciones en 2015.