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Disidentes reprochan a Unión Europea acercamiento con Cuba por "interés económico"


Raúl Castro recibe a la jefa de la diplomacia de la Unión Europea Federica Mogherini, en enero de 2018. (Archivo)
Raúl Castro recibe a la jefa de la diplomacia de la Unión Europea Federica Mogherini, en enero de 2018. (Archivo)

El Observatorio Cubano de Derechos Humanos envió una carta firmada por opositores al régimen en la isla a parlamentarios europeos ante el proceso de aprobación del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con el Gobierno de Raúl Castro.

Cinco exprisioneros políticos del Grupo de los 75 y la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler firmaron este martes una carta en la que reprochan a la Unión Europea que solo esté motivada por el interés económico en sus relaciones con Cuba.

Los firmantes de la misiva -enviada a los parlamentarios europeos por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, con sede en Madrid- señalan que la declaración de la UE de que Cuba es una "Democracia de partido único" debería ruborizar a Europa y encender las alarmas de cualquier demócrata.

El texto plantea la pregunta: "¿por y para qué negociar con la última dictadura de occidente, un régimen agotado y arruinado?", a lo que los firmantes responden:

"La respuesta sería simple: interés económico. No importa (y esta es la afrenta) que ello signifique continuar esquilmando al ya empobrecido pueblo cubano".

La carta de los activistas cubanos concluye instando a los parlamentarios europeos a revertir el proceso de acercamiento a Cuba ante el proceso de aprobación del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con el Gobierno de Raúl Castro.

Además de Soler, firman la misiva Ángel Moya Acosta, Félix Navarro Rodríguez, Iván Hernández Carrillo, José Daniel Ferrer y Librado Linares García.

A continuación, el texto completo de la carta:

Madrid, 27 de febrero de 2018

Distinguidos Parlamentarios,

Señorías:

El pasado 1 de noviembre entró en vigor de manera provisional el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación con Cuba, cuya negociación se ha realizado sin una consulta al pueblo, que es el principal concernido, asumiendo con este proceder que hemos elegido libremente este sistema, cuando todos sabemos que nadie renunciaría jamás voluntariamente a la libertad. Se ha enarbolado en este proceso la ambigua promesa de un diálogo en materia de Derechos Humanos, en el que solamente se ha escuchado al opresor.

Y en esa escenificación se han celebrado tres encuentros de alto nivel, cuyos resultados se pueden resumir en la disposición de una base formal para el diálogo sobre principios básicos de derechos humanos y para abordar preocupaciones mutuas.

Es muy difícil encontrar honestidad y calado en esto, sobre todo cuando debiéndose exigir respeto a los Derechos y a las libertades individuales, la Unión Europea anuncia en su informe anual sobre derechos humanos que Cuba es una “Democracia de partido único”. Tal declaración debería ruborizar a Europa y encender las alarmas de cualquier demócrata, y plantear la pregunta de ¿por y para qué negociar con la última dictadura de occidente, un régimen agotado y arruinado?

La respuesta sería simple: interés económico. No importa (y esta es la afrenta) que ello signifique continuar esquilmando al ya empobrecido pueblo cubano. Abundan los pescadores de ríos revueltos y en los regímenes totalitarios la opacidad, el fraude, la malversación, la extorsión y el contubernio son cotidianos. Un cauce ideal para el escamoteo.

Aun así, algunos gobiernos europeos se han apresurado a ratificar esta injuria. Para ellos no cuenta el ultraje de abandonar los principios morales y la suerte de una nación que languidece esclavizada.

Señorías, sus parlamentos no han ratificado todavía este Acuerdo, y tienen ustedes la oportunidad de revertir dicho proceso. Nuestra fe, el remanente de esperanza, el grato sentimiento de amparo y el tradicional concepto de la virtud europea se sostienen en ese fallo.

Los pueblos que ustedes representan no estarían jamás en desacuerdo con que exijan para nosotros los cubanos el mismo trato que defendéis para ellos. Nosotros queremos continuar creyendo en la democracia y en los valores universales, tales como se concibieron en Europa. Pero si vuestra decisión la condiciona el cálculo político, entonces ganarán la simpatía del tirano y el agravio de un pueblo cautivo que sin dudas será libre, porque el futuro indudable es la libertad.

Fraternalmente,

Ángel Moya Acosta, Berta Soler Fernández, Félix Navarro Rodríguez ,Iván Hernández Carrillo, José Daniel Ferrer y Librado Linares García.

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