El panorama económico cubano “sigue siendo complicado” de cara al segundo semestre de este año, según dijo al servicio en Cuba de Inter Press Service (IPS) el economista Pavel Vidal.
Consultado sobre lo que pueden esperar los cubanos, el profesor de la Universidad Javeriana, en la universidad colombiana de Cali, dijo que aunque el incremento del PIB fue de 1,1 por ciento durante el primer semestre, no son pocos los desafíos que enfrenta el país.
La leve recuperación de la economía se produjo tras el decrecimiento de 0,9 por ciento del PIB en 2016.
Vidal dijo que la cifra es “un paso de avance” respecto a su caída del año pasado, pero el “escenario para el segundo semestre sigue siendo complicado, para nada está segura aún la salida definitiva de la recesión”.
El alza del primer semestre se debió en parte al avance en sectores como el turismo, la construcción, el transporte, las comunicaciones y la industria azucarera, según informes oficiales.
La mejoría reportada por el Gobierno resulta insuficiente y sin impacto en el nivel de vida de la población cubana, que se queja del bajo poder adquisitivo de sus salarios, altos precios de la canasta alimentaria, desabastecimiento inclusive de medicamentos y transporte público ineficiente.
El desafío que impone la crisis en Venezuela
Ese escenario podría tornarse más difícil aún, ante la eventual profundización de la crisis en Venezuela, el principal socio económico y comercial de Cuba.
“La dinámica del sector de la construcción, el turismo y la evolución de los vínculos con Venezuela van a ser claves para el resultado del año”, indicó Vidal.
El también economista cubano Omar Everleny Pérez, coincidió en que “la situación que atraviesa Venezuela ha afectado en alguna magnitud”.
No obstante, explicó que Cuba tiene otros proveedores a los cuales acudir en caso de disminución de volúmenes provenientes de ese país”.
Aludió directamente a países como Rusia, Angola, Argelia, y otros proveedores de la región caribeña”.
Medios oficiales cubanos confirmaron que el incumplimiento del suministro de petróleo desde Caracas supuso para Cuba el gasto adicional de casi 100 millones de dólares en combustibles durante 2016, lo que agravó el déficit de ingresos externos del país en 417 millones de dólares.
Incluso en medio de la crisis, China desplazó del primer lugar a Venezuela en el intercambio de bienes con Cuba. En 2016, la balanza comercial con la potencia asiática totalizó 2.585 millones de dólares, casi 361 millones de dólares más de la suma de las transacciones con la nación sudamericana.
El lento ritmo de las reformas es otro obstáculo al progreso económico.
“Conozco inversionistas que quieren hacer negocios con Cuba y se quejan de lo dilatado del proceso interno”, comentó Pérez Villanueva.
Ambos analistas opinan que Cuba tiene aún muchas reservas de eficiencia a explotar.
“El modelo económico debe poder combinar eficientemente capital humano con capital físico y tecnologías, algo que no ha logrado por décadas. Para ello deben aplicarse la reforma estructural que se prometió”, dijo Vidal.
Entre las transformaciones pendientes figura el reconocimiento de pequeñas y medianas empresas privadas, que según algunos especialistas podría ser una opción favorable para integrar al sector profesional en el trabajo no estatal.
Tal perspectiva no parece cercana en medio del reordenamiento del trabajo por cuenta propia (privado) iniciado a principios de agosto, que supuso otra marcha atrás a las tímidas reformas, incluyendo la “paralización provisional” en la entrega de nuevas licencias para 27 de las 201 actividades que en 2010 el gobierno abrió al ejercicio laboral autónomo, así como la suspensión definitiva de autorizaciones para otras cinco.
(Escrito por Rosa T. Valdés, con reporte de Inter Press Service en Cuba)