Un matrimonio de jóvenes cubanos, parte del grupo de 121 migrantes deportados hace un año desde Ecuador, están esperanzados con una demanda presentada por abogados ecuatorianos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que buscará compensarlos tras el arbitrario y masivo proceso impulsado por el expresidente Rafael Correa.
El grupo regresó por la fuerza a la isla entre el 7 y 13 de julio del 2016 en un avión de la Fuerza Aérea ecuatoriana, a pesar de que muchos de ellos tenían procesos en curso en manos de abogados de Ecuador.
Yanexis Valdés, de 33 años y residente en La Habana, dijo a Radio Martí que está enterada del proceso legal que está en curso.
“Violaron mucho los derechos humanos con nosotros los cubanos al momento de deportarnos y antes”, dijo. “Perdí todo, estoy alquilada, conseguí trabajo, pero usted sabe la situación que hay aquí", explicó.
Muchos cubanos vendieron sus casas para viajar a Ecuador y de ahí transitar por la región de camino hacia Estados Unidos, donde eran aceptados sin visas hasta que Barack Obama eliminó la política de "pies secos/pies mojados" en enero pasado.
Su esposo, Eduardo Mojena, quien fue deportado pese a que su abogada tenía su carta de libertad del centro de detención instalado entonces en el Hotel Carrión, ha corrido con peor suerte en Cuba.
"No puedo trabajar en ningún trabajo del gobierno porque aquí soy para ellos un contrarrevolucionario por pensar diferente", dijo, aludiendo a que era empleado de la empresa estatal Emprestur, en Guanabo. Tras la deportación, -explicó-, no fue aceptado de vuelta en el trabajo.
"Me dijeron que ya no estaba en la bolsa (empleadora) y eso es una arbitrariedad, porque nunca me dí de baja de esa bolsa", comentó.
Dijo que tiene carné de identidad, pero no pudo recuperar la libreta de racionamiento de alimentos.
"Como no tengo casa, como lo perdí todo, yo compro los mandados con lo que logro hacer en la calle", dijo.
Sobre los abusos sufridos en Ecuador dijo: "Fuimos amenzados con armas largas, fuimos golpeados, apagaron las cámaras del hotel Carrión para caernos a golpes a los cubanos (...) acabaron con nosotros, allí le dieron golpes a niños", recordó.
"Aquí en Cuba lo mismo, no puedo tener un trabajo decente porque como soy deportado, soy un parásito para la sociedad y estamos muy mal (...) no nos dejan ser libres", expresó.
La esperanza
La demanda busca que sean levantadas las restricciones de estos cubanos para entrar en Ecuador, y que les otorguen residencia permanente en el país.
Valdés y Mojena dijeron que fueron discriminados en Ecuador e impedidos de trabajar. Sin recursos para pagar la renta, se unieron al grupo de 150 que solicitaban en un parque de Quito visa humanitaria para permanecer en el país.
La respuesta oficial fue un operativo en julio del 2016 en el que fueron detenidos, sometidos a juicios sumarios y deportados a la isla.
La iniciativa de los abogados ecuatorianos abre una ventana a la esperanza.
“Daría la vida porque se haga justicia, porque se hagan valer nuestros derechos. En estos momentos cualquier lugar es mejor que este infierno en el que (...) estoy viviendo, en un país en el que me siento súper reprimido", dijo Mojena.
"Si se me diera la oportunidad de regresar (a Ecuador), regresaría para allá porque aquí no tengo vida (…). En mi mismo país soy rechazado, que sea rechazado en un país extranjero (...), por lo menos tengo juventud para salir adelante", concluyó.
(Redactado por Rosa T. Valdés, con reporte de Ivette Pacheco)