Después de varias horas “cogiendo botella”, llegó a su casa a las 6 de la tarde del domingo. En la mañana había llegado al Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, deportada de Ecuador, sin un centavo y enferma, pero sin miedo a la vida, con la certeza de que ya ha vivido lo peor.
“A mi familia yo les avisé que venía, pero para qué les iba a hacer que fueran hasta La Habana y gastar un dinero que no hay, si yo podía venir solita poco a poco. De todas formas, más de lo que yo había pasado, ya no iba a pasar”, dijo a Martí Noticias desde su hogar en Cárdenas, Odelbys Martínez Blanco, una de los cinco cubanos deportados este fin de semana desde Ecuador.
Odelbys estuvo 4 meses en una prisión ecuatoriana por comprar pasaportes falsos y luego, ya con una orden de deportación, fue trasladada al Hotel Carrión, donde esperó por unos dos meses su repatriación a la isla.
Durante ese tiempo intentó encontrar vías legales para salir en libertad y legalizarse en el país, pero pasó el tiempo de apelación sin que tuviera acceso a un abogado y cuando lo tuvo ya era demasiado tarde.
Con la deportación, cierra para estos cubanos una lucha de varias semanas que incluyó una huelga de hambre de más de una semana, constantes declaraciones a la prensa e incluso una protesta de más de 300 integrantes del Movimiento X Cuba para atraer atención sobre los detenidos en el Carrión.
“Violaron nuestros derechos. Nos engañaron, porque nos dijeron que Nina (Guerrero, abogada) había retomado el caso. Vino una de las cubanas que no entraba dentro de los 10 cubanos, Diana Téllez Medina, que estaba dentro de sus 15 días de apelación y el abogado había metido sus papeles”, contó.
Las autoridades ecuatorianas les informaron de su deportación inminente a Cuba el sábado en la noche. Poco después, ya estaban en camino al aeropuerto bajo una fuerte vigilancia policial y dos agentes los acompañaron en el vuelo a Cuba.
La joven se alegra de que no hubiera complicaciones con las autoridades cubanas en el aeropuerto, solo unas cuantas preguntas sobre los motivos de su deportación y el trato que recibieron de las autoridades ecuatorianas.
“Gracias a Dios no nos pasó nada. Vamos a ver ahora la continuación”, apuntó preocupada por las consecuencias que tenga este incidente cuando salga a buscar trabajo.
Antes de irse de Cuba a Ecuador, Odelbys trabajaba como Jefa de Higiene en hoteles de la corporación Gaviota, operada por GAESA, una entidad de las Fuerzas Armadas. “Ya ahora ellos no me van a dar más trabajo por haberme ido del país. Es por gusto presentarme”, dijo. También cree que sus declaraciones a la prensa extranjera podrían molestar a potenciales empleadores estatales.
Odelbys ha decidido tomar este tropiezo como una lección de vida y agradece a las personas buenas que se encontró en el camino, en especial a varias personas de la Alianza Nacional Cubana de Ecuador, quienes le llevaron constantemente alimentos, productos de aseo y le gestionaron asesoría legal.
“Aprendí mucho. Conocí a la Alianza Cubana que fueron las personas que nos apoyaron muchísimo, porque la embajada cubana no puede decir que ayudó, porque no apoyó en nada durante todo el tiempo que estuvimos nosotros en el Ecuador”, advirtió Odelbys.
A pesar de las condiciones en que ha regresado, Martínez se alegra de estar en casa con su familia. Hasta las 4 de la mañana de este lunes estuvo despierta contado a sus familiares y vecinos la odisea que ha vivido.
“Estamos sufriendo en este país bastante trabajo, pero que primero tienen que quererse la vida, porque es muy triste lo que nosotros vivimos en ese lugar. No le quito tampoco los deseos a las personas quieran llegar a Estados Unidos, si a mí me dan la posibilidad, de una me voy directo, pero tienen que pensar mejor las cosas antes de irse por una frontera y arriesgar su vida”, apuntó Odelbys.
