El Gobierno de Barack Obama anunció el viernes nuevas medidas que benefician esencialmente al Gobierno cubano, en otro paso que busca la irreversibilidad de su legado basado en el histórico acercamiento con La Habana después de medio siglo de hostilidades mutuas.
La política de Obama hacia Cuba se ha justificado de los detractores alegando que buscan beneficiar el intercambio pueblo a pueblo. Pero análisis recientes muestran que la economía sigue en manos del Gobierno, que presiona con altos impuestos y restricciones al sector emprendedor cubano.
Sobre las medidas, que benefician a sectores que controla el Estado cubano como la aviación civil, la industria farmaceútica, la producción de tabaco y ron y el transporte de carga, un alto funcionario comentó en conferencia telefónica: "No estamos restringiendo los compromisos con el gobierno cubano porque creemos que estás medidas benefician a la larga al pueblo de Cuba".
En el caso de los servicios relacionados con la infraestructura cubana, que deben hacerse a través del estado Cubano, esto repercutirá en "agua y energía limpia y más hospitales y escuelas" para el pueblo cubano, explicó.
El funcionario puso de ejemplo que áreas como los viajes y la hospitalidad han beneficiado directamente al sector privado, lo mismo que la medida relacionada con las remesas.
Sin embargo, el economista Carmelo Mesa Lago, profesor emérito de Estudios Económicos y Latinoamericanos de la Universidad de Pittsburgh, dijo recientemente:
"Desgraciadamente, el Gobierno cubano no ha aflojado el control de la gente, al contrario, mantiene un férreo control con un absurdo refuerzo ideológico porque teme perderlo", explicó Mesa Lago a la agencia Efe.
El periódico Granma ya comenzó a celebrar la noticia, en una nota titulada “Presidente Obama emite directiva para hacer irreversible política hacia Cuba”.
La nueva directiva presidencial de 17 páginas especifica que las medidas entrarán en vigor el próximo 17 de octubre.
CONSULTE "La directiva presidencial de políticas", el manual de Obama para las relaciones con Cuba
Incluyen el permiso de envío de algunos bienes de consumo adquiridos por Internet, que firmas estadounidenses mejoren infraestructura en la isla con propósitos humanitarios y que los viajeros puedan entrar mayores cantidades de ron y tabaco para uso personal.
Fue eliminada la restricción que castigaba a las embarcaciones que entraban a la isla, independientemente de su nacionalidad, que se veían impedidas a tocar puerto estadounidense antes de que transcurrieran 180 días.
Esta medida abre el banderín al Puerto del Mariel, un proyecto en el que el Gobierno ha puesto todas sus esperanzas cuando busca desesperadamente sacar a flote su economía e insertarse en el mercado mundial.
Un "manual" para el próximo gobierno estadounidense
Un funcionario de la Casa Blanca dijo a periodistas que las nuevas medidas son un “manual” para el actual y futuro gobierno, cuando casi termina la era Obama.
Las nuevas medidas permitirán además impulsar la investigación médica y la importación de determinados productos farmacéuticos, sectores clave por ser una de las principales fuentes de entrada de divisas al Gobierno.
El Departamento del Tesoro también anunció que emitirá una autorización que permitirá a "personas sujetas a la jurisdicción de los Estados Unidos proporcionar servicios relacionados con la seguridad de la aviación civil para Cuba", un tema que era considerado de extrema sensibilidad en Washington.
En diciembre de 2014 Washington y La Habana sorprendieron al mundo al anunciar el inicio de un histórico proceso de acercamiento después de medio siglo de ruptura y desconfianza.
Ambos países restablecieron formalmente relaciones diplomáticas en 2015.
En su directiva, Obama dijo que el acercamiento era necesario para "poner punto final a una política obsoleta que fracasó en defender los intereses de Estados Unidos".
"No buscaremos un cambio de régimen en Cuba", escribió el presidente en la página 7 de su Directiva, en el capítulo referido a la promoción de los derechos humanos.