El diario catalán La Vanguardia enfoca este martes un reportaje en el presidente de la empresa gallega Vima World S.A. ─y ex presidente de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba─ Víctor Moro Suárez, como una de las 20 personas naturales y jurídicas vinculadas con Cuba cuyos nombres han emergido en la segunda entrega de los Papeles de Panamá.
La Vanguardia incluye a Moro Suárez entre “un buen número de empresarios y personalidades españolas” que han sido destapados por los documentos filtrados desde el bufete panameño Mossack Fonseca, y que habrían “utilizado artimañas para evadir impuestos”.
El hombre de negocios gallego es vinculado por los documentos recién publicados con la empresa Restaurantes del Caribe S.A., registrada en agosto del 2002 en las Islas Vírgenes Británicas (uno de los diez principales paraísos fiscales del mundo) y desactivada en enero del 2011.
Pero el más importante de sus negocios es Vima World S.A, que comercializa bajo la marca Vima productos del mar, precocinados, vegetales, panadería-pastelería, conservas, encurtidos, confituras, salsas, aceites, vinos, vinagres y lácteos.
Moro Suárez se estableció en Cuba con Vima en 1994, para aprovechar la apertura del gobierno de Fidel Castro a las inversiones extranjera en el turismo.
Antes de que el Congreso de EEUU autorizara en 2000 la venta de alimentos a Cuba, Moro contribuyó al proceso de dolarización también decretado por Castro para paliar la crisis post soviética surtiendo los supermercados en divisas del gobierno de alimentos españoles enlatados y embotellados que producía su firma Vima en La Coruña, España.
En 2001, Moro Suárez y Vima controlaban ya el 15% de la distribución de alimentos en supermercados y restaurantes estatales y el 25% en los hoteles propiedad de empresas militares cubanas pero regentados, a través de empresas mixtas, por cadenas extranjeras, principalmente españolas. Ese año, los ingresos de su empresa por suministros a hoteles, restaurantes y supermercados de Cuba superaron los 25 millones de euros, según reporta La Voz de Galicia.
En una entrevista con el diario Faro de Vigo en 2008, a una pregunta sobre los incipientes cambios en Cuba bajo Raúl Castro y la perspectiva de las empresas españolas, Moro respondió: "Nosotros estamos en Cuba como empresarios, y respetamos las directrices del país y el pueblo cubano. Yo tengo empresas en China y no me preocupa si en China hay un partido único o no. A mí lo único que me preocupa allí es hacer croquetas, precocinados o vegetales y mandarlos a diferentes países del mundo".
De la mayor de las Antillas, Vima se extendió a República Dominicana y después a México. En 2009. su compañía ya era el proveedor principal de productos alimentarios para un mercado de 22 millones de turistas en el hemisferio.
En una entrevista ese año con el diario La Opinión de La Coruña, Moro manifestaba su visión de la distensión que se avecinaba con el gobierno de Barack Obama como una oportunidad para que las empresas españolas operaran en Estados Unidos desde Cuba:
“Es innegable (…) que Estados Unidos y Cuba tienen que entenderse más tarde o más temprano. Obama abrió algunas puertas, sin duda. Es el momento de que se hablen de igual a igual. Cuba está a sólo 90 millas de Estados Unidos, no tiene sentido que tenga unas extraordinarias relaciones con China, pese a todos los problemas políticos, y no las tenga con Cuba (…). Además, sería también una puerta de acceso al mercado estadounidense, algo que siempre tuvimos en la cabeza. El tabaco o el marisco cubanos se venderán allí".
Al frente de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba hasta 2014, Moro Suárez aconsejó a las firmas españolas sobre oportunidades de negocios en Cuba y ayudó a los empresarios de su país a instalarse en La Habana. También promovió y en ocasiones defendió los intereses comerciales españoles vis-a-vis el gobierno cubano y en la propia España.
El empresario gallego desarrolló excelentes relaciones con la nomenclatura cubana, especialmente con los grupos empresariales militares GAESA, de las Fuerzas Armadas, y CIMEX, del Ministerio del Interior, que controlan los hoteles (el primero), y las cadenas de venta minorista a la población en divisas TRD y CIMEX. (GAESA absorbió a CIMEX en 2011)
Fuentes consultadas por Martí Noticias indican que también se ha introducido en el ramo de la gastronomía, colaborando con el historiador de La Habana y entonces director de la empresa Habaguanex S.A. Eusebio Leal en el lanzamiento de El Templete, un restaurante de La Habana Vieja.
Actualmente, es copropietario del VIP Havana, en la calle 9na entre E y F, en el Vedado.
Las relaciones de Moro Suárez con la élite castrista sufrieron sin embargo un patinazo en 2010, cuando le fue retirada brevemente la licencia para operar en la isla.
Según reportó el madrileño ABC, durante la cena anual del gremio patronal (el único reconocido por el gobierno cubano), a la que asistía el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera de Cuba Rodrigo Malmierca, al emprendedor se le ocurrió (dicen que pasado de tragos) criticar el “corralito” financiero aplicado por La Habana a los inversionistas extranjeros después de la crisis mundial del 2008.
La medida estaba impidiendo a los empresarios españoles sacar de sus cuentas entre 400 y 600 millones de dólares retenidos en el Banco Financiero Internacional, a causa de la falta de divisas que registraba Cuba.
Pocos días después, las autoridades cubanas convocaron al embajador de España y a Víctor Moro para comunicar a éste que se le retiraban las licencias de operación.
El Gobierno español hizo gestiones en los meses siguientes y el gobierno rectificó la medida, según ABC, posiblemente influido por el desabastecimiento que estarían sufriendo los hoteles cubanos al haberse quedado sin su principal suministrador de alimentos. No obstante, las condiciones fueron menos favorables para la "oveja descarriada".
El hombre de negocios nacido en Vigo es hijo del político de la Unión de Centro Democrático Víctor Moro Rodríguez. Además de diputado por la provincia de Pontevedra, su padre fue durante la década de los 80 Director General del Banco de España en Barcelona, hasta que en 1989 fue nombrado subdirector del Banco de España.