El régimen cubano volvió a meter un frenazo al carro de la iniciativa individual en la isla. Este martes la Gaceta Oficial de la República de Cuba (GOC) publicó la Edición Extraordinaria No.31 donde, a través de la resolución No.22/2017 prohíbe “temporalmente” entregar licencias para operar restaurantes privados y casas de renta para el turismo, entre otros.
De igual modo se anunció de manera definitiva el cese de la entrega de permisos para vendedor mayorista de productos agropecuarios', 'vendedor minorista de productos agropecuarios', 'carretillero o vendedor de productos agrícolas de forma ambulatoria', 'comprador vendedor de discos' y 'operador de equipos de recreación para los equipos rústicos'.
Los argumentos para semejante paquete de medidas se enfilan en “frenar ilegalidades y desviaciones" y en continuar –asegura el documento oficial- el proceso "sistemático de revisión y perfeccionamiento, encaminado a corregir deficiencias" en el trabajo por cuenta propia en Cuba.
El periódico oficial Granma tituló las medidas “Por la ruta de la actualización”. Las cifras ofrecidas por el gobierno señalan que en lo que va de año unos 567 982 cubanos trabajaban legalmente en el sector privado.
El documento emitido por la GOC indica los trámites que ya se habían iniciado en los renglones que ahora se restringen, serán procesados “de acuerdo a lo establecido en las disposiciones legales por las que se iniciaron”.
Algunas de las actividades económicas de las que no volverán a entregar permisos hasta nueva orden son las siguientes: ‘Arrendadores de vivienda, habitaciones y espacios que sean parte integrante de la vivienda’; ‘cafetería de alimentos ligeros’; ‘chapistero’; ‘contratista privado’; ‘elaborador vendedor de alimentos y bebidas mediante servicio gastronómico en Restaurantes (Paladares)’; ‘elaborador vendedor de alimentos y bebidas en punto fijo de venta (Cafetería)’; ‘elaborador vendedor de alimentos y bebidas no alcohólicas a domicilio’; ‘fregador engrasador de equipos automotores’; ‘gestor de pasaje en piquera’; ‘gestor de permutas y compra-venta de viviendas’; ‘gestor de alojamiento para viviendas o habitaciones que se arriendan’ y‘herrero’.
La resolución, indicó la Gaceta Oficial, entró en vigor este 1ro de agosto, a partir de la publicación del mismo.
Reacciones en Cuba
Aunque ya tiene su restaurante con los permisos oficiales en una zona privilegiada, David Alomá, dueño del “Davimart” en la ciudad de Trinidad, cree que es un balde de agua fría para quienes pujaban por hacerse un sitio en el trabajo por cuenta propia.
“Imagina, las personas que han invertido, incluso hay personas que han pedido créditos bancarios para invertir en su vivienda: unos para comenzar, otros para mejorar y ampliar sus capacidades. ¿Y ahora qué? Eso es un golpe duro”, se solidariza David.
Para este pequeño empresario de la provincia de Sancti Spíritus, el frenazo de las medidas es un muro contra los emprendedores cubanos. “Lejos de incentivar, lo que hace es defraudar, desestimular”, concluyó.
En la barriada habanera de Alamar, un suburbio obrero al este de la capital cubana, hay una mujer que ha luchado doblemente por años contra el acoso de los inspectores estatales y la policía nacional.
Rosario Morales La Rosa es vendedora ambulante, pertenece al grupo opositor Damas de Blanco “Laura Pollán – Su Legado” y jamás ha obtenido el permiso para trabajar por cuenta propia.
“Sería muy penoso y preocupante para el cubano de a pie y para los mismos cuentapropistas porque es la única manera en que uno tiene una vía de escape, un poquito de oxígeno”, explicó la mujer.
Alcibíades Silva, un campesino de la intricada Sierra Maestra, vive de cultivar la tierra en el barrio Dos Caminos, municipio de San Luis en Santiago de Cuba, y aunque sabe que las prohibiciones serán un escollo a salvar, cree que los campesinos se las ingeniarán como siempre.
“Es posible que el resultado que espere el gobierno es que estas producciones que se están vendiendo a particulares, que sí pagan en efectivo, que sí respetan los precios que pone el campesino… el gobierno tiene la idea de que van a llegar directamente a él, y yo estoy seguro de que las personas pues buscarán otros métodos, otras vías para que este negocio no se caiga”, indicó Silva.
No por incómodo e impopular fue inesperado para algunos. La periodista independiente Miriam Celaya lo ve “como un retroceso” y aseguró “es un retroceso que esperaba”.
Celaya, columnista del diario digital 14yMedio, definió con ello la política del régimen cubano. “Aquí todo lo que puede abrir un espacio a las libertades individuales y a un desempeño económico que le permita cierta autonomía al ciudadano, por supuesto que en cuanto se verifica eso hay un retroceso. Ellos temen perder el control”.
[Con entrevistas del periodista Adriel Reyes | Radio Martí].