El régimen del general Raúl Castro ha pedido a Estados Unidos que permita al grupo franco-cubano Havana Club vender en territorio estadounidense, alegando que la prohibición de las importaciones de su producto viola las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En una reunión de la OMC, el embajador del régimen cubano Anayansi Rodríguez Camejo, representante permanente de Cuba ante la oficina de Naciones Unidas en Ginebra, argumentó que la restricción es una burla a una resolución de la OMC del año 2002.
La disputa, de larga duración, es un problema que requiere una solución en el reciente acercamiento entre Estados Unidos y Cuba para poder entrar en unas relaciones comerciales normales. Pero el discurso en la OMC del diplomático castrista indica que la disputa por Havana Club está lejos de terminar.
Cuba podría, en teoría, solicitar la autorización para percibir derechos de represalia a las importaciones de Estados Unidos pero, dada la escasez de comercio entre Estados Unidos y Cuba, se cree que es poco probable.
Estados Unidos, hasta ahora, apoya los derechos de Bacardí para vender Havana Club en territorio estadounidense, puesto que el régimen imperante en la isla a partir de 1959 se apoderó de la empresa familiar que fuera un ícono en la historia isleña y empezó a comercializar el producto bajo el nombre de Havana Club.