La plataforma Cuba Humanista ha propuesto al gobierno cubano un paquete de reformas referidas a la economía y la educación que, de ser tomadas en cuenta, “mejorarían la situación de las familias cubanas y agilizarían el proceso de recuperación económica nacional”.
Las reformas están contenidas en dos documentos entregados a diferentes instancias del gobierno e instancias internacionales y aspiran a la reestructuración del emprendimiento empresarial individual y la apertura de la iniciativa privada en la educación.
En el texto “Medidas para el inicio de la recuperación económica desde el emprendimiento”, Cuba humanista propone la eliminación de trabas legales y burocráticas al libre ejercicio del emprendimiento individual, los servicios profesionales, las Pymes y cooperativas.
Por otro lado, solicita descentralizar la actividad económica, el libre ingreso y manejo de capitales en monedas libremente convertibles para el financiamiento de los diferentes modelos de emprendimientos, la exoneración del pago de impuestos sobre la renta y aranceles a la importación de los emprendimientos por un período de dos años.
El segundo portafolio, titulado “Bases para una reforma educativa”, aspira al reconocimiento del derecho de los padres a elegir el tipo y la inspiración de la educación que quieren para sus hijos; que se permitan otras formas de gestión educativa, entre ellas, los centros privados; que se reconozcan los títulos que actualmente otorgan diversos empeños educativos de las iglesias y de otros sectores de la sociedad civil.
Asimismo, se solicita autorizar espacios de educación orientados a la formación laboral y técnica, gestionados por instituciones establecidas con sólida y reconocida experiencia educativa; que se permitan las cooperativas de servicios en el ámbito educativo formadas y gestionadas por profesores; o que se autorice la contratación formal de profesores y catedráticos en empeños alternativos de educación, e incluso su ejercicio como profesionales autónomos.
Yaxys Cires, coordinador general de Cuba Humanista, explicó que “Son propuestas concretas en el ámbito de la iniciativa privada que el gobierno puede implementar en el plazo de 60 días. Hay que dar oportunidades a los emprendedores cubanos a que desarrollen sin trabas sus iniciativas para ayudar al país a salir del empobrecimiento actual”.
Las propuestas fueron enviadas a la Presidencia del República, la Asamblea Nacional del Poder Popular y a los ministerios de Economía, Finanzas y Educación; también a la Iglesia Católica, al Servicio Exterior de la Unión Europea, al Parlamento Europeo, al Vaticano y al Departamento de Estado de Estados Unidos, como actores claves del proceso cubano. Pero la idea es comenzar a presentarlo y discutirlo con diferentes sectores de la sociedad civil cubana.