El Grupo de Estudios Cubanos de Arquitectura (GECA) difundió en las redes sociales el interés de los integrantes de ese gremio de que el gobierno los autorice a trabajar como privados.
“Apoyamos la liberación de las fuerzas productivas profesionales relacionadas a los servicios de diseño arquitectónico y urbano, así como la construcción para el beneficio de la sociedad, porque, a través de la contratación de sus proyectos, se desarrollarán el mercado interno y se generarán empleos”, dijo desde La Habana a Radio Televisión Martí la arquitecta Leana Lobaina Legrá, miembro de la recién nacida plataforma Cuba Humanista, que busca establecer alianzas tácticas y estratégicas entre actores, organizaciones y partidos democráticos cubanos y extranjeros.
En un comunicado divulgado el sábado, GECA argumenta que la aspiración del país de construir 300 mil viviendas por medios propios, la restauración de las casas que lo requieran y la construcción y diseño de ciudades “bellas y ordenadas” no puede llevarse a cabo sin el auxilio de arquitectos independientes, que velen por la correcta ejecución de su proyecto.
La petición se hizo tras el anuncio del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el 10 de febrero, de que 124 actividades aún quedarían prohibidas para ejercer por cuentapropia, entre ellas la de Arquitectura e Ingeniería.
Oficinas independientes como Apropia Estudio, Albor Arquitectos, Pino Arquitectos o Infraestudio han estado trabajando sin licencia en La Habana pero con la nueva norma pasan a ser explícitamente ilegales.
“El gobierno cubano gestiona más de 30 empresas subordinadas al Grupo Empresarial de Diseño e Ingeniería de la construcción para anular la firma de los arquitectos y ahora intenta prohibir los estudios de arquitectura surgidos aprovechando los resquicios del marco legal”, indicó Lobaina Legrá.
En su nota, los profesionales defienden que las diferentes formas de gestión, ya sea privada, estatal o cooperativa para ejercer la arquitectura son ineludibles y añaden:
“El Estado no tiene que asumir esa encomienda por sí solo, podemos ser de gran ayuda. Los arquitectos cubanos independientes existen y han demostrado, con resultados valiosos, impactar en las ciudades cubanas a nivel social, económico, ambiental, urbano, formal y estético”.
En este sentido, el especialista en emprendimiento Angel Marcel Rodríguez Pita, también desde la capital puntualizó:
“Es imprescindible liberar toda fuerza productiva profesional en el país, sobre todo ingenieros y arquitectos que pueden aportar mucho e incidir para revertir la precaria situación de vivienda que tiene el país. Este gremio tiene grandes potencialidades para generar empleos en las comunidades, así como desarrollar un grupo de productos y servicios favorables no solo para el país, sino también pueden lograr exportar sus servicios profesionales a la región del Caribe y Centroamérica, generando ingresos notables para el presupuesto del Estado mediante el pago de impuestos. El gobierno obvia, notablemente, esta condición del sector”.
En otro texto publicado el domingo, los arquitectos reiteraron su demanda de ser independientes del Estado: “la prohibición del ejercicio por cuenta propia de las actividades profesionales, científicas y técnicas constituye un obstáculo para los tiempos actuales, pues necesitamos de toda posibilidad de aporte al progreso y bienestar de nuestra nación”.
“...el Patrimonio Arquitectónico cubano está lleno de ejemplos excepcionales ideados por arquitectos e ingenieros que ejercieron su labor por cuenta propia”, señalaron.
Asimismo aseguran que “desde los estudios independientes se pueden abordar tanto temáticas sociales como prácticas e investigaciones nacionales que permitan la sustitución de importaciones, buscando mayor equidad social y beneficios a grupos focales de imperiosa atención”.