El Partido Comunista de Cuba difundió el martes una nueva serie de lineamientos económicos que enfatizan el lento movimiento y la limitada naturaleza de las reformas ante la marcada crisis económica nacional. Pero mejoran las condiciones para la inversión extranjera que son fundamentales para algunos sectores de una economía dirigida por el Partido Comunista.
El documento indica que no se permitirá la concentración de propiedades y riqueza, aunque se "reconoce la existencia objetiva de las relaciones del mercado". Pero también subrayan el compromiso cubano con una economía centralizada.
También promete mejorar el servicio de internet "gradualmente, según lo permitan las posibilidades económicas" en una de las naciones con peor conectividad del mundo.
Los 275 lineamientos actualizan el documento que presentó en 2011 Raúl Castro sobre su visión de una reforma económica, durante el congreso del Partido Comunista que se realiza dos veces por década. Esas reformas han permitido el crecimiento de decenas de miles de empresas privadas, desde los zapateros independientes hasta restaurantes de lujo.
En el documento se asevera que mejoró la inversión extranjera "fundamental en ciertos sectores” se asemeja al publicado en el 2001, donde se aboga por la descentralización de la economía estatal, el apoyo a alguna pequeña negocio, el reconocimiento de las fuerzas del mercado y la necesidad de una mayor inversión extranjera.”
El propio Raúl Castro, en el congreso del partido en abril pasado, achaca a la burocracia del régimen el que las reformas en el plan de 2011 no se hayan aplicado en la economía. "La lucha entre la línea dura y los burócratas que se oponen a una reforma significativa, y los liberales que ven la necesidad de una rápida racionalización de la economía y una mayor libertad, continúa," dijo John Kirk, un autor de muchos libros sobre Cuba. "La cuestión clave es si la intransigencia ideológica será el pragmatismo de triunfo", dijo.
A pesar de la mejora de las relaciones con Estados Unidos y los países occidentales, no hay ninguna señal de que las autoridades en Cuba estén dispuestas a hacer más que ajustes a su economía de estilo soviético.
La planificación centralizada y un monopolio estatal sobre los medios de producción echan a un lado las nuevas directrices, como lo hicieron en casos anteriores. Hace cinco años el plan de reforma de la pequeña empresa fue autorizado, pero se prohibió "la concentración de la propiedad" pero evitar la nueva suma de "riquezas".
La planificación centralizada y un monopolio estatal sobre los medios de producción echan a un lado las nuevas directrices, como lo hicieron en casos anteriores.
El documento previo llama a una reducción significativa de la participación del Estado en la venta, distribución y fijación de precios de los alimentos en favor de las fuerzas del mercado y la iniciativa privada, mientras que la nueva omite esto. En la práctica el estado una vez más ha tomado el control de la distribución y fijación de precios está.
El economista Andrew Zimbalist, un experto en Cuba Smith College en Estados Unidos, dijo que no estaba sorprendido por el nuevo plan y aparece ser “una retirada suave de la liberalización de la economía". Dijo que la distensión con Estados Unidos y la crisis económica en Venezuela hicieron a los líderes de Cuba más vulnerables.
El gobierno anunció el mes pasado recortes en el combustible y la energía y una reducción de las importaciones, citando la falta de divisas causada por los ingresos de exportación bajos y menos petróleo de Venezuela. "Cuando detectan momentos difíciles, siempre ha tratado de ejercer un control más centralizado", dijo Zimbalist.
Inversion extranjera, de complementario a fundamental
El único aparente reconocimiento hasta la fecha se encuentra en la sección de la inversión extranjera.
Hace cinco años el plan denomina inversión extranjera complementaria a los esfuerzos locales en algunos sectores, mientras que el nuevo dice que es "una fuente importante para el desarrollo del país” y "fundamental en ciertos sectores."
"El reconocimiento más pleno pulmón de la inversión extranjera podría llegar a transformar y elevar la economía cubana", dijo Richard Feinberg, autor de un nuevo libro, "Open for Business: La construcción de la nueva economía cubana".