La ex primera dama, exsenadora y ex secretaria de estado Hillary Clinton eligió la Universidad Internacional de la Florida (FIU), en Miami, para exponer su punto de vista sobre las relaciones de Estados Unidos con Cuba.
La candidata presidencial demócrata fue presentada a la audiencia por el profesor Frank Mora, quien fuera subsecretario de defensa de la primera Administración de Obama y ahora dirige el Centro para América Latina y el Caribe de FIU.
En sus palabras iniciales, Clinton agradeció la presencia de varios cubanoamericanos como el exlegislador Joe García y el presidente de Miami Dade College, Eduardo Padron, y destacó la presencia de Miriam Leyva, fundadora de las Damas de Blanco.
Recordó los intentos de la Administración de su esposo, Bill Clinton, de normalizar las relaciones con Cuba y el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate. Dijo que con el paso de 20 años la situación ha cambiado y mostró su apoyo a la política que han llevado Obama y el secretario de Estado John Kerry.
Dijo que el embargo contra Cuba debe acabar e hizo el llamamiento a los líderes legislativos republicanos, Boehner y McConnell, que ahora controlan la cámara baja y el Senado. Y les instó a "escuchar los pedidos de los cubanos" y revertir las sanciones contra Cuba, al afirmar que algunos miembros del partido opositor se han dado cuenta de "la urgencia de avanzar".
"El embargo a Cuba debe terminar, de una vez por todas. Debemos reemplazarlo por un enfoque inteligente que brinde poder al sector privado, a la sociedad civil en Cuba y a la comunidad cubanoestadounidense para fomentar el progreso y presionar al régimen", dijo Clinton.
Afirmó que en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos se decidirá si continúa la política de Obama hacia Cuba, pues de ganar un candidato republicano se regresaría, a su entender, a la "política fracasada" de aislar a la isla.
Se refirió a las aspiraciones de los cubanos, que "quieren comprar nuestros productos, leer nuestros libros, navegar nuestras páginas web y aprender de nuestra gente. Quieren impulsar a su país al siglo XXI", dijo ante unas 300 personas que colmaron el auditorio.
Dijo entender el "escepticismo" reinante en una parte de los exiliados cubanos que viven en Miami, que se han opuesto al restablecimiento de las relaciones diplomáticas. A pesar de este recelo de los cubanos que tuvieron que abandonar su país, Clinton consideró que es "necesario mirar al futuro y no quedar atrapado en el pasado".
"Tenemos que decidir entre el compromiso y el embargo, entre abrazar nuevas ideas y volver al punto muerto de la Guerra Fría", aseguró. Ese mayor "compromiso" con la isla no es un "regalo" a Fidel y Raúl Castro, sino una "amenaza" al régimen, según precisó.
La posición de la ex primera dama ya había sido esbozada en su libro de 2014 Hard Choices (Decisiones difíciles).