Las autoridades cubanas negaron el permiso solicitado por el abogado y periodista Osvaldo Fructuoso Rodríguez, hijo del mártir revolucionario Fructuoso Rodríguez, para visitar a su madre enferma de cáncer en La Habana.
"Solicité permiso de entrada para ver a mi madre, quien ha enfrentado varias operaciones de cáncer y su estado de salud no es el mejor", declaró Osvaldo Fructuoso, residente en Miami. "Pensé que el proceso de cambios y la flexibilización propiciada con la reforma migratoria del 2013 me permitiría viajar, pero parece que me equivoqué".
"Me devolvieron todo, incluyendo el certificado médico donde se especifica la situación de salud de mi madre", manifestó. "Emitieron el pasaporte cubano, pero me retiraron el permiso de residencia en el exterior que me otorgaron cuando salí de Cuba hace 25 años".
Precio exorbitante
Agregó que con anterioridad le habían negado verbalmente su solicitud, a pesar de las numerosas cartas que escribió a las autoridades cubanas. Obtuvo ahora el pasaporte cubano pagando la tarifa regular de $350, pero sin la habilitación necesaria para viajar a la isla.
"Es un precio exorbitante por un pasaporte que no sirve para nada… yo he podido recorrer el mundo en estos años con mi pasaporte americano", señaló el periodista, que es ciudadano estadounidense.
Osvaldo Fructuoso abandonó Cuba rumbo a Buenos Aires el 10 de enero de 1988, tras contraer matrimonio con una ciudadana argentina. Después de una breve estancia en España, vino a Estados Unidos a comienzos de 1991 y se radicó en Miami, donde actualmente trabaja como periodista en el programa Arrebatados, de AmericaTeve-Canal 41.
Su historia personal está marcada por un lacerante drama familiar. Su padre Fructuoso Rodríguez cayó asesinado el 20 de abril de 1957 en la masacre de Humboldt 7, junto a otros tres miembros del Directorio Estudiantil Revolucionario que participaron en las acciones del asalto al Palacio Presidencial y la emisora Radio Reloj. Al morir tenía 23 años y su esposa, Marta Jiménez, estaba embarazada.
En situación desesperada
Al triunfo de la revolución de Fidel Castro, Jiménez fue fundadora del Ministerio de Relaciones Exteriores. Se desempeñó como embajadora en Suiza y Dinamarca y ante organismos internacionales por más de 20 años. Actualmente está jubilada.
"Realmente estoy en una situación desesperada por ver a mi madre", expresó Osvaldo Fructuoso. "Me cuesta trabajo creer que aún me estén pasando viejas cuentas".
Osvaldo Fructuoso alude a su papel en la organización de la fuga de Alina Fernández Revuelta, hija de Fidel Castro, en el verano de 1993. Fernández Revuelta escapó de Cuba con un pasaporte español, simulando que era una turista que regresaba a su país. Después de 21 años de exilio, ha retornado a La Habana en varias ocasiones, desde el pasado agosto, a raíz de una crisis de salud de su madre, Naty Revuelta.
Pero insiste en que en sus años de residencia en Miami jamás ha pertenecido a ninguna organización o movimiento político del exilio cubano. "Y no he militado en ningún grupo del exilio para poder mantener una posición de equilibrio e independencia en mi labor periodística", comentó.
Patrimonio familiar
Su preocupación apunta también a que las autoridades cubanas le hayan bloqueado la entrada al país para impedirle el acceso o reclamación del patrimonio familiar, que incluye la vivienda donde reside Jiménez en el barrio de Nuevo Vedado, y una casa en el balneario de Varadero, propiedad de su familia desde antes de 1959.
"Será que el gobierno tiene interés en apropiarse del patrimonio familiar en el momento de que mi madre desaparezca", señaló.
A pesar de las facilidades otorgadas por la reforma migratoria a los cubanos que viajan al exterior, las medidas para la entrada de los emigrados siguen siendo estrictas y se requiere de un visado con renovación del pasaporte cada dos años.
El Gobierno cubano se reserva el derecho de aprobar o no la concesión del permiso de entrada a los cubanos residentes en el exterior, de acuerdo con su proyección política o características de su trabajo profesional. Los considerados desertores de misiones oficiales deben aguardar un mínimo de siete años para retornar al país.
Recientemente, las autoridades cubanas rechazaron también la solicitud de la periodista Mairelys Cuevas, ex editora del diario Granma, para viajar a la isla. Cuevas llegó a Estados Unidos en el 2012 y no está vinculada laboralmente con medios de prensa del sur de la Florida.
"No entiendo muy bien el criterio para autorizar la entrada de periodistas a Cuba, porque el gobierno cubano ha permitido en fecha reciente que algunos de esos periodistas de medios considerados hostiles a la revolución viajen a la isla", dijo Osvaldo Fructuoso. "En mi caso, parece ser un ensañamiento personal o por motivos históricos".
Este artículo de Wilfredo Cancio Isla fue publicado en Café Fuerte.