Osvaldo Fructuoso alude a su papel en la organización de la fuga de Alina Fernández Revuelta, hija de Fidel Castro, en el verano de 1993.
Contreras, junto al boricua Jorge Posada aseguran haber sido estafados por una suma que ronda los 15 millones de dólares.
Hilda Batista Torriente, sobre quien pesaba una petición fiscal de 18 años de privación de libertad, pudo sortear la restricción impuesta por las autoridades cubanas para tomar un avión con destino a Costa Rica.
Su deserción se suma a una ola de fugas de jóvenes integrantes de la prensa oficial durante el último año.
El productor -cuyo verdadro nombre es Javier Conde- no se presentó este martes en el aeropuerto internacional de Miami, donde debía abordar el vuelo que lo llevaría de vuelta a La Habana.