La aceptación de la renuncia del cardenal Jaime Ortega como arzobispo de La Habana, por parte del papa Francisco, ha generado diversas reacciones sobre su trabajo pastoral y expectativas sobre su sucesor, Mons. Juan García Rodríguez, hasta ahora arzobispo de Camagüey.
Para la activista y periodista independiente Miriam Leyva, en el legado de Ortega hay que anotar su acertada mediación en la liberación de los opositores encarcelados durante la Primavera Negra.
"Creo que el papel del cardenal Jaime Ortega en las negociaciones y en la liberación de los 75 fue realmente encomiable", dijo Leyva a Martí Noticias.
Mons. José Félix Pérez, secretario de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, afirmó que como cardenal y arzobispo de La Habana por más de 30 años "no cabe duda que Mons. Ortega ha hecho un servicio importante a la Iglesia, según su personalidad, según la experiencia que durante todos estos años él ha ido acumulando".
"Ahora, el nombramiento de Mons. Juan García es algo que ha sido recibido aquí con mucha alegría, con mucho gozo, en la esperanza de que ciertamente él va a dar continuidad a este servicio pastoral, y a la vez va a imprimir, como debe ser, el sello de su personalidad", subrayó.
El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, considera al sucesor de Ortega como "un hombre de pueblo".
"Yo diría que este es un hombre, como dice el papa Francisco, que huele a oveja, que sabe cómo enfrentarse con los retos pastorales de la Cuba de hoy", señaló Wenski.
Esa es una opinión que comparte Dagoberto Valdés, quien fue nombrado por el papa Juan Pablo II miembro del Pontificio Consejo de Justicia y Paz, de 1991 a 2005, y ahora dirige la revista Convivencia, en Pinar del Río.
"El Papa ha nombrado a un arzobispo pastoral y misionero, el que necesita la Iglesia en este momento, especialmente la iglesia habanera", afirmó Valdés, quien considera este nombramiento como "un regalo del Papa al pueblo de Cuba".
"El trabajo misionero de Mons. Juan ha marcado a la Iglesia en Camagüey. Estoy seguro de que esa identidad va a ser muy bien recibida en La Habana", concluyó Valdés.