Residentes en el municipio de Palma Soriano protestaron el viernes para evitar que un camión cargado de paquetes de galletas se trasladara con la mercancía hacia otro municipio de Santiago de Cuba, según confirmaron dos activistas de derechos humanos a Martí Noticias.
Palma Soriano tiene fábricas de galletas, caramelos, refrescos y pastas, sin embargo sus pobladores pocas veces pueden comprar esos alimentos allí, porque la mayor parte de lo que se produce es trasladado a otros territorios, dijeron dos residentes en esa localidad.
"Para los palmeros es muy desagradable saber que aunque los fabrican aquí casi nunca los podemos adquirir en la red de comercio estatal", señalaron Yovani Izaguirre, activista del Frente de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo y Daineris García, activista de la Unión Patriótica de Cuba.
La fábrica de galletas "La Palma" no satisface la demanda en el municipio de Palma Soriano, y la inconformidad de la población por la distribución que realiza el gobierno hacia otras zonas es permanente, aseguraron ambos.
Todos expresan en la calle su desacuerdo, y las críticas al gobierno, pero no se había producido ninguna protesta pública como la del pasado viernes 15 de octubre, cuando un grupo de residentes intentó evitar que saliera del poblado un camión cargado de paquetes de galletas, explicó García.
La gente se aglomeró alrededor del camión, comenzó a gritar y a decir que les vendieran esas galletas, que no se las llevaran para otro pueblo y las autoridades intervinieron.
"Hubo maltratos y empujones" de los policías, pero finalmente el camión siguió su camino con destino desconocido, y “no tengo informes de que hayan detenido a nadie", destacó Izaguirre.
Ambos activistas explicaron que en ocasiones venden en la parte de afuera de la fábrica, o en algún establecimiento estatal, cierta cantidad de paquetes de galletas a 18 pesos, pero “vuelan”, porque la necesidad en el municipio está por encima de lo que oferta el estado.
Otra vía para comprar galleta es la del mercado negro, a 25 pesos el paquete, que procede de misma fábrica, y que los que trabajan ahí sacan “por la izquierda”, como mismo hacen los que trabajan en las fábricas de caramelos, refrescos y los paquetes de pastas”, explicó García quien calificó de "indignante” que se fabriquen allí y sus pobladores no los puedan consumir.
Aunque en varias ocasiones las autoridades locales han detenido a activistas de derechos humanos por realizar protestas públicas en la calle, solidarizarse con ciudadanos que hacen reclamos al gobierno y lanzar consignas de corte social, la protesta del viernes pasado fue espontánea, dijeron ambos palmeros.
El origen de los altercados por comprar “lo poco que venden” es la escasez de alimentos y la falta de gestión del gobierno para cubrir las necesidades de la población, precisaron ambos activistas.
Por estos días en que la región oriental de Cuba fue azotada por el huracán Matthew, las autoridades han vendido galletas a 25 pesos el paquete entre la población de Baracoa, Maisí y otros municipios.
Los afectados se han quejado de que se acaban enseguida, y que no son suficientes para cubrir las necesidades alimentarias.