Una fundación de Estados Unidos está intensificando los esfuerzos para recuperar de Cuba una colección de pinturas de Picasso, Degas, Goya, Van Gogh y Hans Memling, entre otros grandes artistas.
Las obras que faltan, que son potencialmente un valor de cientos de millones de dólares, se supone que se tomaron del hogar habanero de Olga Lengyel (1908-2001), una coleccionista de arte y superviviente de Auschwitz que escapó de la isla después de que Fidel Castro tomó el poder en 1959.
Ninguna de las pinturas ha sido vista por más de 50 años; su destino es desconocido.
El caso es uno de los mayores reclamos de propiedad de Estados Unidos contra el régimen de Cuba y podría complicar las relaciones culturales, que han mejorado entre los dos países.
Los EE.UU y Cuba comenzaron recientemente discusiones oficiales sobre propiedades por valor de alrededor de 7 mil millones de dólares de las cuales el régimen marxista había despojado a empresas y ciudadanos estadounidenses desde 1959.
"Esto es totalmente excepcional", dice Mari-Claudia Jiménez, abogado de Herrick Feinstein, la firma que representa la fundación Lengyel.
"Normalmente, las reclamaciones certificadas son para bienes inmuebles, como una plantación de azúcar o una casa, no para pinturas. Si una de estas obras se descubre en los Estados Unidos antes de que esas litigaciones se hayan solucionado, sin duda podemos presentar una demanda para la recuperación de la obra", explica.
Según testigos citados en un expediente de documentos presentados ante el gobierno de Estados Unidos, los lienzos, junto con muebles antiguos y otros objetos de valor, se quedaron en el apartamento cuando Lengyel abandonó la isla después de que Castro tomó el poder.
Un extenso inventario, anterior a la llegada de Castro, de la vivienda fue compilado por Lengyel y la empresa que aseguraba su propiedad.
El inventario, visto por The Art Newspaper, Bailarina de Degas, Retrato de la marquesa de Van Dyck, Tres Nobles de Goya, Paisaje con Ángel de Memling y Frutas en una fuente de Picasso.
