Los familiares del colaborador cubano asesinado en Venezuela durante un supuesto asalto esperaban que el cuerpo llegara al aeropuerto de Holguín en la noche de este lunes, informó a Martí Noticias el periodista independiente Roberto Jesús Quiñones Haces.
El guantanamero Rigoberto Avilés Pérez, quien trabajaba como chofer de la misión médica cubana en Venezuela, viajaba junto a otros colegas cuando los agresores le dispararon en la cabeza, aseguran fuentes cercanas al difunto, citadas por Quiñones Haces.
Los restos de Avilés Pérez, de 52 años de edad, serían entonces trasladados del aeropuerto de Holguín hasta su hogar en Guantánamo.
“Es posible que hoy por la noche lleguen los restos y mañana bien temprano sea inhumado en el cementerio municipal de aquí de Guantánamo”, indicó el periodista al programa Cuba al Día, de Radio Martí, y explicó que en estos casos se acostumbra a extender el velorio solo unas 5 horas.
En la información publicada originalmente en Cubanet, el periodista apuntaba que las personas que viajaban con el cubano también fueron asesinadas en plena vía pública, pero este dato aún no ha sido confirmado.
Los colegas de Avilés Pérez lo describen como “una persona amable, que tenía muy buenas relaciones con los demás”, apuntó el periodista tras las pesquisas.
El colaborador cubano, quien trabajaba en la Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo, llevaba 7 meses en Venezuela, donde las protestas contra el presidente Nicolás Maduro se acrecentan por día ante la escasez económica, la violencia y el crimen.
Hasta el momento de publicar esta nota, el Gobierno cubano ha mantenido silencio sobre el incidente.
“El Gobierno no dice absolutamente nada sobre esto, y es una cosa que sorprende porque, por un problema incluso de humanidad y hasta de reciprocidad por el gesto de ir a arriesgar su vida a otro lugar, por lo menos debía haber informado algo”, dijo el periodista.
A Avilés Pérez le sobreviven su esposa y dos hijos.