Raúl Castro a su paso por Moscú se reunió con un jerarca de la extinta KGB con quien mantiene una amistad entrañable, Nikolai Leonov , a quien llamó “mi primer amigo soviético”.
En un encuentro con el primer ministro Dimitri Medvedev en la sede del gobierno ruso, el gobernante cubano expresó su deseo de que las relaciones de Cuba y Rusia sean como su amistad con Leonov y recordó que ambos se conocieron en 1953, cuando atravesaron el Atlántico en el buque italiano Andrea Gritti.
Leonov, recién graduado del Instituto de Relaciones Internacionales, asumiría un cargo en la embajada de México y Castro viajaba a La Habana procedente de Austria, adonde había asistido a una reunión de las Juventudes Socialistas, recordó Castro.
El gobernante cubano agradeció que el premier ruso le permitiera viajar a Moscú, en visita de trabajo, como el cubano le propusiera durante un encuentro de ambos políticos en la Cumbre de Río en Brasil sobre medio ambiente, el pasado mes de junio.
De la reunión de ambos mandatarios surgió, además, una invitación a Raúl Castro (que aceptó gustoso) para asistir a los Juegos Olímpicos de Invierno del 2014, en el balneario ruso de Sochi, luego que el mandatario cubano comentara su predilección por el invierno ruso.
De manera oficial los medios de prensa han publicado declaraciones del premier ruso que destacan el compromiso de su país de mantener un acercamiento económico con la isla en tiempos de crisis y la importancia de que ambas partes mantengan permanentes consultas políticas sobre asuntos bilaterales e internacionales.
"Debemos aprovechar de manera sensata el potencial de nuestras relaciones tanto en el plano económico como humanitario", afirmó Medvedev, citado por las agencias rusas.
A primera hora de la mañana del miércoles Castro se reunió con el Secretario del Consejo de Seguridad de Rusia Nikolai P. Patrushev, ex director del Servicio Federal de Seguridad, FSB, un exagente del KGB y compañero de Putin en los años de servicio en Leningrado.
Más tarde, el presidente ruso Vladímir Putin recibió a Raúl Castro en la residencia campestre de Novo-Ogariovo, a las afueras de Moscú.
"Durante este tiempo ha habido diferentes etapas en nuestras relaciones. Ahora, las relaciones se han vuelto más pragmáticas", dijo Putín y agregó que están muy contentos de verle. Quiero pedirle que transmita mis mejores deseos a nuestro gran amigo Fidel Castro", señaló el mandatario ruso.
Según el periódico ruso Kommersant, Cuba tiene un particular interés en modernizar su ejército con nuevos tanques, submarinos y otras tecnologías militares.
Por otra parte, el asesor del Kremlin Yuri Ushakov, citado por la agencia EFE, explicó que Rusia tiene intención de incrementar sus inversiones en el sector energético cubano. En concreto, la petrolera Zarubezhneft con planes de invertir 2.900 millones de dólares para 2025, a lo que se suman los trabajos de explotación de Gazpromneft.
El corresponsal Jim Brooke de La Voz de las Américas en la capital rusa, confirmó el interés de Rusia de explorar en las costas cubanas y aseguró que la escala de Raúl Castro en Moscú, luego de haber estado en China y Vietnam, se corresponde con “un viaje de regreso al pasado, a la guerra fría”.
En un encuentro con el primer ministro Dimitri Medvedev en la sede del gobierno ruso, el gobernante cubano expresó su deseo de que las relaciones de Cuba y Rusia sean como su amistad con Leonov y recordó que ambos se conocieron en 1953, cuando atravesaron el Atlántico en el buque italiano Andrea Gritti.
Leonov, recién graduado del Instituto de Relaciones Internacionales, asumiría un cargo en la embajada de México y Castro viajaba a La Habana procedente de Austria, adonde había asistido a una reunión de las Juventudes Socialistas, recordó Castro.
El gobernante cubano agradeció que el premier ruso le permitiera viajar a Moscú, en visita de trabajo, como el cubano le propusiera durante un encuentro de ambos políticos en la Cumbre de Río en Brasil sobre medio ambiente, el pasado mes de junio.
De la reunión de ambos mandatarios surgió, además, una invitación a Raúl Castro (que aceptó gustoso) para asistir a los Juegos Olímpicos de Invierno del 2014, en el balneario ruso de Sochi, luego que el mandatario cubano comentara su predilección por el invierno ruso.
De manera oficial los medios de prensa han publicado declaraciones del premier ruso que destacan el compromiso de su país de mantener un acercamiento económico con la isla en tiempos de crisis y la importancia de que ambas partes mantengan permanentes consultas políticas sobre asuntos bilaterales e internacionales.
"Debemos aprovechar de manera sensata el potencial de nuestras relaciones tanto en el plano económico como humanitario", afirmó Medvedev, citado por las agencias rusas.
A primera hora de la mañana del miércoles Castro se reunió con el Secretario del Consejo de Seguridad de Rusia Nikolai P. Patrushev, ex director del Servicio Federal de Seguridad, FSB, un exagente del KGB y compañero de Putin en los años de servicio en Leningrado.
Más tarde, el presidente ruso Vladímir Putin recibió a Raúl Castro en la residencia campestre de Novo-Ogariovo, a las afueras de Moscú.
"Durante este tiempo ha habido diferentes etapas en nuestras relaciones. Ahora, las relaciones se han vuelto más pragmáticas", dijo Putín y agregó que están muy contentos de verle. Quiero pedirle que transmita mis mejores deseos a nuestro gran amigo Fidel Castro", señaló el mandatario ruso.
Según el periódico ruso Kommersant, Cuba tiene un particular interés en modernizar su ejército con nuevos tanques, submarinos y otras tecnologías militares.
Por otra parte, el asesor del Kremlin Yuri Ushakov, citado por la agencia EFE, explicó que Rusia tiene intención de incrementar sus inversiones en el sector energético cubano. En concreto, la petrolera Zarubezhneft con planes de invertir 2.900 millones de dólares para 2025, a lo que se suman los trabajos de explotación de Gazpromneft.
El corresponsal Jim Brooke de La Voz de las Américas en la capital rusa, confirmó el interés de Rusia de explorar en las costas cubanas y aseguró que la escala de Raúl Castro en Moscú, luego de haber estado en China y Vietnam, se corresponde con “un viaje de regreso al pasado, a la guerra fría”.