El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, manifestó su admiración por el "palacio presidencial" de Cuba, a su regreso de una gira por diversos países de Latinoamérica. En una charla con periodistas que le acompañaban en el avión de vuelta a Turquía, Erdogan puso de relieve la impresión que le causó el edificio en el que fue recibido por Raúl Castro, durante su visita a La Habana, según cita el diario Daily Hürriyet.
"Miren a Cuba. Vienen del socialismo. El palacio en Cuba me fascinó. No entras a un edificio de hormigón. No caminas por pasillos de mármol. El palacio de Cuba es magnífico", apuntó el mandatario turco, quien pasó 24 horas en La Habana durante su gira por Colombia, Cuba y México.
Sin embargo, el edificio, ubicado tras la estatua a José Martí, forma parte de un proyecto monumental construido en tiempos de la República, cuya edificación duró desde finales de los años 40 y hasta apróximadamente 1958-1959, que comprende la construcción de la Plaza, inspirada en el diseño de la Plaza de la Estrella de París.
"Caminas a través de árboles, ramas, bosque", dijo el presidente turco
En el proyecto de la Plaza Cívica se apreciaban dos grandes áreas, la alta, donde se sitúa el Monumento a José Martí y el Palacio de Justicia –mismo que Endorgan endilga erróneamente a los comunistas cubanos–, y la baja, donde se encuentran los edificios del Palacio de Comunicaciones y el Tribunal de Cuentas (hoy Ministerio del Interior), separados por áreas de parqueo y un espejo de agua, cuya finalidad era reflejar las líneas
del Monumento.
Erdogan aprovechó la ocasión para comparar la construcción con su propio nuevo palacio presidencial, el Palacio Blanco, inaugurado en Ankara el pasado mes de octubre, con un coste estimado de unos $570 millones y que cuenta con 1.500 habitaciones. "Creo que el dinero que han gastado ahí es más de lo que hemos gastado para nuestro palacio presidencial", valoró.
"Caminas a través de árboles, ramas, bosque", explicó, añadiendo que podría haber imitado el verdor que vio en el complejo cubano en su propio nuevo palacio turco de haberlo conocido antes. La construcción del palacio presidencial turco generó mucha polémica y estuvo suspendida a raíz de una sentencia judicial que declaró ilegal la obra debido a que miles de árboles fueron talados para su construcción.