La unificación monetaria es la decisión económica más esperada y comentada de Cuba, pero no avanza por el temor a un cambio que generaría consecuencias inflacionarias y reacciones políticas, dijo este lunes el economista cubano Joaquin Pujols.
El experto, con años de experiencia en el Fondo Monetario Internacional y uno de los organizadores de la conferencia anual de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE), abordó el asunto en una entrevista con el sitio digital Havana Times, en la que explica por qué el Gobierno cubano ha postergado de forma indefinida la aprobación de una medida indispensable para dar un giro a la economía del país.
El tema ha salido nuevamente a la palestra en los debates del proyecto de Constitución, con opiniones de ciudadanos comunes que piden la circulación en la isla de una sola moneda, y si es el peso cubano, mejor.
Actualmente en la isla circulan dos monedas, el peso cubano (CUP) y el peso convertible (CUC). Un CUC equivale a 25 CUP.
Pero si se lleva a cabo la unificación monetaria, se harían evidentes los subsidios a las empresas estatales que genera el actual sistema, las que pagan a sus trabajadores en una moneda débil (el peso cubano o CUP), y reciben ingresos en otra más fuerte (el CUC, u otra divisa) explicó Pujols.
"Los que pierden el subsidio enfrentarán cerrar sus puertas, otros no podrán sostenerse al ser totalmente ineficientes", advirtió el experto.
Pujols dijo a Havana Times que "ese problema se puede solucionar, pero tiene un costo político grande". Para resolverlo, añadió, el Gobierno necesitaría dinero, que no tiene debido al creciente déficit presupuestario.
El economista subrayó que cualquier salida hacia una sola moneda en Cuba generará inflación, "un impuesto que le pasan a toda la población para pagar el desajuste de la economía", y es ahí cuando aparecerá "el descontento social".
Cuba podría librarse del problema con "un gran préstamo", sugirió Havana Times, a lo que Pujols señaló que Cuba ni siquiera es miembro del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prestaría el dinero, pero exigiría garantías de pago.
Pujols, nacido en Cuba y graduado del Wharton School of Finance y la Universidad de Pensilvania, trabajó durante 29 años para el FMI, donde supervisó las actividades en la organización de unos 60 países.
El economista recordó que actualmente las principales fuentes de ingreso que tiene el Gobierno cubano son los servicios médicos en el exterior -en decadencia tras el cierre de acuerdos con algunos países y la dificultad de Venezuela para pagar- y las remesas de familiares emigrados. Por otra parte, dijo, Cuba importa el 80 % de los alimentos que consume y el 50% del suministro energético necesario.
Otro riesgo de la unificación monetaria es la corrupción, y la ineficiencia económica, dos situaciones que pone en alerta a los inversores, indicó Pujols.
El experto observó que, a pesar de los riesgos, demorar el cambio solo empeora la situación.
"La rapidez en la implementación del cambio tiende a minimizar los costos. La recuperación económica será igualmente mayor y en menos tiempo (...) Esperar es lo peor, porque las circunstancias pueden variar desfavorablemente", concluyó.
(A partir de una entrevista a Joaquin Pujols en Havana Times)