A pesar de que el gobierno cubano liberó la venta de materiales de construcción y madera, no todos en la isla pueden pagar los altos precios en el mercado estatal, para fabricar una casa, mucho menos para amueblarla.
El cienfueguero Alejandro Tur Valladares dijo a Marti Noticias que los materiales de construcción están muy difíciles de conseguir y los precios atentan contra el bolsillo de las personas.
“Hay personas que prefieren construir “por su cuenta”, porque eso permite "negociar" algunos precios de los materiales y les sale "levemente más barato”, dijo Tur.
La lista de precios de materiales de construcción publicados por un vendedor en Revolico.com no dejan dudas de que el que gane un salario de 575 pesos al mes no puede aspirar a comprar materiales para construir una casa.
Eliecer Palma, residente en San Germán, Holguín, tiene una cuñada que lleva tres años tratando de terminar la casa con un subsidio que le dio el gobierno pero “no tiene idea de cuándo va a terminar”.
El cemento es uno de los materiales de construcción más demandados, pero las rastras que distribuyen materiales en este municipio nunca satisfacen la alta demanda, asegura Palma.
"Solo se benefician los primeros que llegan al lugar de la venta, el resto tiene que esperar y así sucede siempre", dijo.
Algunas personas van a los organismos estatales a reclamar y siempre les dan una justificacón, sin embargo en la calle la gente "consigue" el caso de cemento a siete pesos, pero el pobre "no puede pagarlo y no le queda de otra que esperar".
En Camajuaní tampoco la oferta satisface la demanda, dijo Leonardo Rodriguez residente en ese municipio de Villa Clara. "El otro día llegaron dos rastras con cemento y entre unas pocas personas lo compraron todo”.
¿Y la madera para puertas y ventanas? La mejor opción es el aluminio.
A inicios de este año, una Resolución publicada en la Gaceta Oficial informó que los mercados minoristas de materiales de construcción ya podían vender madera a la población.
La nueva reglamentación autoriza la venta de tablones de diversas medidas a precios que oscilan entre los 40 y los 273 pesos cubanos (cifra en CUC que marco desde 1.50 hasta los 8 CUC por una pieza de madera conífera aserrada de 100X200X2000/3000”.
La Gaceta precisa que el “producto”(madera) se ofertará en las tiendas de materiales para la construcción, también conocidas como “rastros”, sin embargo el joven José Idonay Rizo, residente en la villa de Trinidad, ciudad Patrimonio de la Humanidad, al sur de Sancti Spiritus, asegura que “allí no le venden madera a la población”.
Pero para Palma liberar la venta no es una señal alentadora porque “el problema es que no hay madera” para la población. Asegura que sí difícil es poner puertas y ventanas, casi imposible es amueblar la casa”, concluyó.
Ante la necesidad, la gente apela a la fabricación de ventanas y puertas de aluminio, dijo el joven, quien asegura que donde único hay madera es en los aserríos “pero son del Estado, y la producción de ellos es para el área turística y la conservación del patrimonio”.
Sin contar los muebles, para comprar una casa por 10.000 CUC, en Cuba se necesitan 36 años y medio del salario básico de un cubano, aseguraron los entrevistados.
El gobierno cubano sitúa el déficit de viviendas para la población en solo 600.000, sin embargo, la cifra podría sobrepasar el millón si se atiende al estado constructivo de muchas edificaciones.
Datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba (ONEI) destacaron desde 2006 hasta 2015 que la cifra de construcción de viviendas decayó notablemente.
El pasado mes de febrero el diario oficialista Granma publicó que el Estado vendió más de 2.300 millones de pesos el pasado año a la red de tiendas dedicadas a la comercialización de materiales de la construcción, pero alertó que no cubrirán la demanda en 2016 de productos líderes como el acero, el cemento y otros también vitales.
