Un estadounidense de los Panteras Negras que soñó recibir entrenamiento militar en Cuba para derrocar al gobierno de Washington secuestró a punta de pistola un avión en 1984 y se fue a la isla, donde luego de cumplir prisión y tener dos hijas ha decidido que quiere regresar a Estados Unidos.
Un reportaje de la cadena CNN revive los hechos ocurridos entonces, cuando William Potts hizo desviar a La Habana una aeronave de Piedmont Airlines con destino a Miami y 56 pasajeros a bordo, pero el secuestro le salió mal. “En un sentido maquiavélico, los cubanos cambiaron (de parecer). Ellos solían hacerlo antes” y luego no, dijo el estadounidense.
Aun cuando Potts no recibió la bienvenida que esperaba de sus “compañeros revolucionarios”, señala CNN, y fue enviado a una de las más duras prisiones de Cuba a cumplir 15 años por el secuestros del avión, él “nunca perdió la fe en la misma revolución que se había convertido en su carcelera”.
Luego de cumplir 13 años y medio preso y el resto de la condena en libertad bajo vigilancia, Potts se casó dos veces y las dos fracasó pero en el segundo matrimonio tuvo dos hijas, hoy de 7 y 11 años. A una de ellas le dio el mismo nombre de una fugitiva estadounidense,Assata Shakur, que según se cree reside en la isla y ha sido incluida en la lista de los terroristas más buscados por el FBI.
Potts, según CNN, sigue considerándose un revolucionario pero a su juicio los tiempos han cambiado y la violencia ya no se acepta como una vía para propiciar cambios, por lo que en 2009 escribió al presidente de EE.UU., Barack Obama, solicitándole que lo perdonara por el secuestro hace 29 años del avión.
Pero el fugitivo no ha recibido respuesta tampoco de la oficina de la Fiscalía General en Miami, a la que escribió proponiéndoles un arreglo judicial para regresar a EE.UU. y que se le tomara en cuenta el tiempo de cárcel cumplido en Cuba.
Mientras tanto, añade el reportaje, las dos hijas de Potts recibieron la ciudadanía estadounidense, sus respectivos pasaportes, y desde septiembre pasado están en EE.UU.esperándolo.
Según Potts, en esa fecha ofreció rendirse a las autoridades estadounidenses para enfrentar los cargos que pesan en contra suya en su país, pero no ha tenido respuesta.
El reportaje destaca que según se cree hay docenas de fugitivos de la justicia estadounidense residiendo en la isla, y por proporcionarles refugio seguro el Departamento de Estado ha colocado a Cuba “en la lista de países que apoyan el terrorismo”.
Un reportaje de la cadena CNN revive los hechos ocurridos entonces, cuando William Potts hizo desviar a La Habana una aeronave de Piedmont Airlines con destino a Miami y 56 pasajeros a bordo, pero el secuestro le salió mal. “En un sentido maquiavélico, los cubanos cambiaron (de parecer). Ellos solían hacerlo antes” y luego no, dijo el estadounidense.
Aun cuando Potts no recibió la bienvenida que esperaba de sus “compañeros revolucionarios”, señala CNN, y fue enviado a una de las más duras prisiones de Cuba a cumplir 15 años por el secuestros del avión, él “nunca perdió la fe en la misma revolución que se había convertido en su carcelera”.
Luego de cumplir 13 años y medio preso y el resto de la condena en libertad bajo vigilancia, Potts se casó dos veces y las dos fracasó pero en el segundo matrimonio tuvo dos hijas, hoy de 7 y 11 años. A una de ellas le dio el mismo nombre de una fugitiva estadounidense,Assata Shakur, que según se cree reside en la isla y ha sido incluida en la lista de los terroristas más buscados por el FBI.
Potts, según CNN, sigue considerándose un revolucionario pero a su juicio los tiempos han cambiado y la violencia ya no se acepta como una vía para propiciar cambios, por lo que en 2009 escribió al presidente de EE.UU., Barack Obama, solicitándole que lo perdonara por el secuestro hace 29 años del avión.
Pero el fugitivo no ha recibido respuesta tampoco de la oficina de la Fiscalía General en Miami, a la que escribió proponiéndoles un arreglo judicial para regresar a EE.UU. y que se le tomara en cuenta el tiempo de cárcel cumplido en Cuba.
Mientras tanto, añade el reportaje, las dos hijas de Potts recibieron la ciudadanía estadounidense, sus respectivos pasaportes, y desde septiembre pasado están en EE.UU.esperándolo.
Según Potts, en esa fecha ofreció rendirse a las autoridades estadounidenses para enfrentar los cargos que pesan en contra suya en su país, pero no ha tenido respuesta.
El reportaje destaca que según se cree hay docenas de fugitivos de la justicia estadounidense residiendo en la isla, y por proporcionarles refugio seguro el Departamento de Estado ha colocado a Cuba “en la lista de países que apoyan el terrorismo”.