Álvaro Hernández, un joven cubano de 22 años, fue despedido de su puesto de trabajo en septiembre pasado tras publicar en la red social X un mensaje en el que decía "Abajo la Dictadura".
Hernández trabajaba como community manager para Mad Woman Agency, una de las Micro Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) aprobadas por el régimen de La Habana. La compañía, que brinda servicios de publicidad a otros negocios privados y estatales, lanzó a inicios de este año una pasantía para personas que estuvieran interesadas en unirse al equipo.
“Yo estudiaba piano en la Universidad de las Artes y vivía rentado en el Vedado. Necesitaba generar ingresos para poder pagar todos mis gastos. Esa era una buena opción porque me permitía hacerlo desde casa y poder continuar la escuela”, explicó el joven a Martí Noticias.
“Nunca firmé un contrato porque aún era estudiante, pero sí varios de los documentos requeridos para todos los que comienzan en la empresa, entre ellos uno que nos impedía publicar mensajes contrarios al Gobierno en redes sociales”, asegura.
La publicación por la que Álvaro fue despedido apenas había recibido dos likes y tenía un alcance de 50 personas cuando “alguien se lo pasó a una de las dueñas de la agencia”. Según cuenta, lo llamaron a la oficina y le dieron una explicación “bastante ambigua de las razones por las que me tenían que despedir. Ese mismo día me quitaron todos los accesos a las redes sociales de la agencia y me dejaron casi en la calle porque esa era mi única fuente de ingresos”.
“Pasé mi vida tratando de no inmiscuirme en la política. Yo estudio piano desde los ocho años y estaba muy centrado en mi carrera”, dice el joven, que recuerda cómo las manifestaciones del 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos salieron a las calles a exigir libertad, cambiaron completamente su forma de mirar la realidad.
Después de graduarse de la Escuela de Arte, pasó al Conservatorio de Música de Holguín. Fue el único de su provincia ese año que logró el pase de nivel a la Universidad de las Artes (ISA).
“Cuando entramos a la escuela había mucha tensión. Decenas de estudiantes habían firmado una carta para que liberaran a uno de los alumnos que había sido detenido durante las protestas. A todos ellos los amenazaron con quitarles el título y a nosotros, los de primer año, nos reunieron varias veces para aclararnos que tampoco podríamos hacerlo si nuestra ideología no se correspondía con la del reglamento”.
Cuando Álvaro cursaba el segundo año de la carrera fue que comenzó a trabajar en Mad Woman Agency. “Enseguida supe que varios de los clientes a los que ellos le daban servicio eran testaferros del gobierno cubano, “pero como la gran mayoría, preferí soportar porque el dinero me hacía falta”, comenta.
“En Cuba no existe un sector privado, todas esas Mipymes exitosas que ven, están asociadas directamente al Sistema Comunista”, denuncia el joven.
Ahora es uno de los miles de cubanos que esperan en México su cita de CBP One para solicitar asilo político la frontera de Estados Unidos.
“Ese despido fue la gota que llenó el vaso”, dice. Sus planes eran graduarse de la universidad pero “me di cuenta que no tenía sentido seguir esperando en un país en el que no existe futuro”. Ahora, confiesa, está feliz de saber que no tendrá que “trabajar nunca más para ese gobierno”.
El régimen aprobó las primeras 35 micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) en septiembre de 2021 como una de las medidas para impulsar las fuerzas productivas en medio de la fuerte crisis económica. Actualmente hay unas 10 mil en el país, según datos ofrecidos en diciembre pasado por el ministro de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil Fernández, en el programa Mesa Redonda.
Según activistas y algunos expertos, varias de estas empresas han sido creadas por militares, altos funcionarios del régimen, y familiares o amigos de la cúpula castrista.
“Vemos con estupor cómo el gobierno intenta crear un supuesto sector privado bajo su control a fin de presentarlo como una apertura y evadir las sanciones externas al sector estatal”, cuestionaron en un comunicado reciente tres organizaciones opositoras, la Liga de Campesinos Independientes, la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) y la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR).
El economista Pedro Monreal, quien ha publicado varios análisis sobre el tema, señaló que el modelo aprobado por el régimen difiere de cómo funciona este en el resto del mundo. “La información disponible indica una distribución de categorías de escala muy distinta a las Mipymes de otros países. En Cuba, en vez de predominar ampliamente la “micro” empresa, esta es minoritaria (22%) en comparación con la pequeña (50,5%) y la mediana”(27,5%)”.
“Las prioridades oficiales para las Mipymes en Cuba fueron la transformación productiva, las exportaciones, y aumentar la satisfacción de la población, pero los resultados son distintos: poco más un tercio opera en la producción, casi no exportan, y venden a precios elevados”, aclaró el experto en la red social X.
Mad Woman Agency fue aprobada como una Mipyme en agosto de 2022. La empresa no respondió a una solicitud de comentarios de Martí Noticias para este reporte.
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