Cientos de cubanos se manifestaron este domingo frente al Vaticano a gritos de ¡Libertad! mientras se les prohibía la entrada a la Plaza de San Pedro durante la oración del Ángelus del Papa Francisco, a quien fueron a pedirle que se pronunciara sobre lo que está sucediendo en Cuba.
Los manifestantes postearon videos en redes sociales en los que se les escucha dialogar, sin éxito, con las autoridades vaticanas, que les impiden el paso a la plaza.
"Nos arrodillamos frente al Vaticano porque no nos dejan pasar, nuestra fe no merece ser escuchada según la iglesia católica, así nos segregan y dividen a quiénes pacíficamente queremos libertad y derechos humanos para nuestro pueblo", denunció el activista exiliado en España Lázaro Mireles, coordinador del grupo Acciones por la Democracia.
El activista compartió las imágenes de un peregrino arrodillado en la plaza de San Pedro, durante la oración del Papa, con la bandera cubana alzada, al que dos guardias de seguridad le retiran la insignia.
En un video posteado en Facebook, Mireles reiteró que lo menos que se merecían los cubanos congregados en Roma "con este pedido de conciliación y libertad", era ser escuchados.
"La sede del papa (supuesta religión sin ideologías), nos prohíbe la entrada a la Plaza de San Pedro, nuestra fe no es válida en este camino de libertad, nuestras peticiones no cobran sentido en un mundo donde reina quién paga. Seguimos concentrados pacíficamente", escribió el activista.
"Esta es una prueba más de que la iglesia católica está apoyando a la dictadura", dijo una cubana a la que Mireles le cedió el micrófono.
Los cubanos rezaban a la virgen en medio de la manifestación.
La prensa italiana se hizo eco de la noticia.
Unos quinientos cubanos provenientes de diferentes partes del mundo se tendieron en la Via della Conciliazione después de ver que se les negaba el acceso a la plaza. "Todos están envueltos en las banderas de Cuba, y hacen la señal de la 'L' con los dedos para pedir "libertad", reportó la agencia de noticias ANSA.
"'Libertad, libertad, libertad'. Esta vez el Papa no quiso escuchar este grito desesperado, acompañado del ondear de la bandera cubana, blanco-rojo-azul, de unos cientos de disidentes cubanos que esta mañana llegaron a Roma desde diferentes partes del mundo para poder manifestarse pacíficamente frente a la ventana del palacio apostólico, en la plaza del Vaticano, mientras Francisco rezaba el habitual Ángelus dominical", publicó el diario Il Messaggero.
Según el rotativo, los cubanos no pudieron acceder a la plaza y fueron detenidos por la policía, que no les permitió ingresar al hemiciclo Berniniano como a otros grupos, entre ellos varias parroquias, maratonistas, un comité de ciudadanos peruanos, seminaristas y estudiantes que fueron recibidos por el Papa Francisco al final de la oración.
"La prohibición de acceso a la plaza del Vaticano desencadenó de inmediato una serie de decepción y críticas al Papa en las redes sociales, notoriamente cercano al régimen de Castro", subraya Il Messaggero.
Los cubanos llegaron el sábado a Roma, convocados por el influencer Alex Otaola, y se manifestaron a viva voz en la Piazza della Madonna di Loreto para concientizar sobre la difícil situación que atraviesa la isla.
El 18 de julio pasado, tras las protestas que sacudieron el país, el Papa Francisco expresó su preocupación por los "momentos difíciles" que vive Cuba e instó al "diálogo y la solidaridad", durante su oración dominical, y ante la presencia de peregrinos que portaban banderas cubanas.
"Estoy cerca del querido pueblo cubano en estos momentos difíciles, en particular a las familias, que mayormente sufren. Rezo al Señor para que ayude a construir en paz diálogo y solidaridad una sociedad cada vez más justa y fraterna", dijo entonces el sumo pontífice.
El papa invitó a los cubanos a encomendarse a la patrona de la isla, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre. "Ella les acompañará en este camino", prometió.
