Médicos cubanos recién llegados a Sao Paulo, Brasil, y que fueron entrevistados el miércoles por el diario local Folha de Sao Paulo, dijeron no saber cuánto van a recibir en concepto de salario mensual por parte del gobierno de Cuba.
El matutino precisa que los 700 cubanos hospedados en la capital paulista, y en fase de evaluación, forman parte de la tercera etapa del programa Más Médicos. El plan es implementado por el gobierno de Dilma Rousseff para brindar atención médica en áreas remotas y marginales de Brasil.
Inquietos por la presencia de reporteros, pocos cubanos accedieron a hablar con Folha. La nota señala que a algunos les prohibieron hacerlo sus propios colegas. Todos los entrevistados dijeron desconocer el valor del salario mensual al que tienen derecho bajo el programa del Ministerio de Salud.
Uno de ellos dijo que el acuerdo [entre los dos gobiernos a través de la Organización Panamericana de la Salud] prevé una mensualidad de 5000 dólares, pero no pudo especificar si se quedaría con la totalidad de esa suma o una parte de ella. La cantidad equivale a 12.000 reales brasileños, superiores a los 10.000 reales que Brasilia paga a los facultativos de otras nacionalidades.
Otro de los recién llegados intervino para asegurar que el pago es lo de menos en una misión, y que lo importante es ayudar al pueblo brasileño, necesitado de atención médica primaria. Preguntado por Folha, este último doctor dijo no saber nada de la deserción de su colega cubana Ramona Matos Rodríguez.
Antes de viajar a Brasil y ser asignada a una localidad amazónica, la Dra Matos trabajó en el policlínico de Campo Florido, cerca de Santa Cruz del Norte, al este de la capital cubana. En la web de ese dispensario se dice que es diplomada en morfofisiología.
Matos ha explicado a Martí Noticias y otros medios de prensa que decidió abandonar el programa brasileño después de darse cuenta de que el salario mensual que les prometieron en Cuba (unos 1.000 dólares, repartidos entre 400 a pagar en Brasil y 600 depositados en la isla), estaba muy por debajo de los alrededor de 4.100 dólares (10.000 reales) que reciben sus colegas de otras nacionalidades (En esta bolsa salarial no se incluyen otros beneficios como los ajustes por el costo de vida según la región, ni las horas extra).
Un cálculo aritmético simple indica que el gobierno cubano se quedaría con más del 75 por ciento: 3.100 dólares mensuales por médico, al cambio actual.
Folha publica una gráfica sobre la proporción de profesionales cubanos y de otras nacionalidades en el proyecto, y precisa que entre brasileños y extranjeros se han inscrito 2.149, mientras que bajo el acuerdo bilateral mediado por la OPS han sido seleccionados 7.400 médicos de la isla.
Así, por la exportación de estos servicios a Brasil La Habana ingresaría cerca de 23 millones de dólares mensuales, o más de 275 millones de dólares anuales. El monto sería mayor si, como dijo uno de los médicos a Folha de Sao Paulo, Brasilia estuviera pagando más por los galenos cubanos de lo que retribuye a sus similares de otras procedencias.
Desde los años 90 la confiscación sistemática, por parte del gobierno cubano, de hasta un 95 por ciento del salario devengado por sus nacionales en empresas mixtas o prestando servicios en el exterior, ha sido criticada por organizaciones internacionales laborales y de derechos humanos. Dicha arbitrariedad ha contado a menudo con el contubernio de las empresas o gobiernos extranjeros involucrados.
En la nueva Zona Especial de Desarrollo Mariel, diseñada para atraer la inversión extranjera y construida en un 60 % con créditos brasileños, el gobierno de la isla ha prometido que los trabajadores cubanos recibirán el 80 por ciento de lo que ganen y la agencia empleadora sólo retendrá un 20 por ciento; pero también ha enfatizado que Mariel es un caso aparte, para el cual se ha concebido un régimen salarial especial.
El matutino precisa que los 700 cubanos hospedados en la capital paulista, y en fase de evaluación, forman parte de la tercera etapa del programa Más Médicos. El plan es implementado por el gobierno de Dilma Rousseff para brindar atención médica en áreas remotas y marginales de Brasil.
Inquietos por la presencia de reporteros, pocos cubanos accedieron a hablar con Folha. La nota señala que a algunos les prohibieron hacerlo sus propios colegas. Todos los entrevistados dijeron desconocer el valor del salario mensual al que tienen derecho bajo el programa del Ministerio de Salud.
Uno de ellos dijo que el acuerdo [entre los dos gobiernos a través de la Organización Panamericana de la Salud] prevé una mensualidad de 5000 dólares, pero no pudo especificar si se quedaría con la totalidad de esa suma o una parte de ella. La cantidad equivale a 12.000 reales brasileños, superiores a los 10.000 reales que Brasilia paga a los facultativos de otras nacionalidades.
Otro de los recién llegados intervino para asegurar que el pago es lo de menos en una misión, y que lo importante es ayudar al pueblo brasileño, necesitado de atención médica primaria. Preguntado por Folha, este último doctor dijo no saber nada de la deserción de su colega cubana Ramona Matos Rodríguez.
Antes de viajar a Brasil y ser asignada a una localidad amazónica, la Dra Matos trabajó en el policlínico de Campo Florido, cerca de Santa Cruz del Norte, al este de la capital cubana. En la web de ese dispensario se dice que es diplomada en morfofisiología.
Matos ha explicado a Martí Noticias y otros medios de prensa que decidió abandonar el programa brasileño después de darse cuenta de que el salario mensual que les prometieron en Cuba (unos 1.000 dólares, repartidos entre 400 a pagar en Brasil y 600 depositados en la isla), estaba muy por debajo de los alrededor de 4.100 dólares (10.000 reales) que reciben sus colegas de otras nacionalidades (En esta bolsa salarial no se incluyen otros beneficios como los ajustes por el costo de vida según la región, ni las horas extra).
Un cálculo aritmético simple indica que el gobierno cubano se quedaría con más del 75 por ciento: 3.100 dólares mensuales por médico, al cambio actual.
Folha publica una gráfica sobre la proporción de profesionales cubanos y de otras nacionalidades en el proyecto, y precisa que entre brasileños y extranjeros se han inscrito 2.149, mientras que bajo el acuerdo bilateral mediado por la OPS han sido seleccionados 7.400 médicos de la isla.
Así, por la exportación de estos servicios a Brasil La Habana ingresaría cerca de 23 millones de dólares mensuales, o más de 275 millones de dólares anuales. El monto sería mayor si, como dijo uno de los médicos a Folha de Sao Paulo, Brasilia estuviera pagando más por los galenos cubanos de lo que retribuye a sus similares de otras procedencias.
Desde los años 90 la confiscación sistemática, por parte del gobierno cubano, de hasta un 95 por ciento del salario devengado por sus nacionales en empresas mixtas o prestando servicios en el exterior, ha sido criticada por organizaciones internacionales laborales y de derechos humanos. Dicha arbitrariedad ha contado a menudo con el contubernio de las empresas o gobiernos extranjeros involucrados.
En la nueva Zona Especial de Desarrollo Mariel, diseñada para atraer la inversión extranjera y construida en un 60 % con créditos brasileños, el gobierno de la isla ha prometido que los trabajadores cubanos recibirán el 80 por ciento de lo que ganen y la agencia empleadora sólo retendrá un 20 por ciento; pero también ha enfatizado que Mariel es un caso aparte, para el cual se ha concebido un régimen salarial especial.