Seis cubanos que permanecieron medio año recluidos en Ucrania se encuentran en Rumania y no en Hungría como informaron anteriormente.
El grupo asegura que ya han iniciado el proceso de asilo político en ese país.
“Acabamos de llegar, no habíamos avisado porque nos quitaron los teléfonos”, dijo a Radio Televisión Martí, Yosiel Hernández.
Además de Hernández, integran el grupo Luis Miguel Reyes, Diosdeny Santana, Rannelys Trujillo, José A. González y Luis A. González.
Los seis integraron una partida de 18 personas que ingresó a Ucrania procedente de Rusia en enero y fue detenida una semana después, cuando intentaba cruzar la frontera hacia Serbia.
“No tenemos cabeza para nada” comentó atribulado Luis Miguel Reyes, en un intento por esclarecer la confusión de un país por otro en sus primeras declaraciones a nuestra redacción.
Primero estuvieron presos en el Centro de Alojamiento para Migrantes de Zhuravychi en la región de Volyn, cerca de la frontera con Bielorrusia y luego fueron trasladados a una instalación similar en Mykolayiv, en el sur de Ucrania, unos 200 kilómetros de la capital ucraniana.
“Todo bien, muy buen trato, son personas geniales. Ahora a esperar el asilo político”, comentó Hernández.
En marzo, el gobierno de Cuba dijo que seguía de cerca la situación de los migrantes cubanos detenidos en Ucrania. Ernesto Soberón, director general de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior, de la Cancillería, en La Habana, escribió en su cuenta oficial de Twitter que las autoridades ucranianas “plantean que, en caso de deteriorarse las condiciones, nuestros connacionales serán reubicados en otra instalación segura, por decisión de las autoridades pertinentes”.
Anteriormente, la embajadora cubana Natacha Díaz se habría comunicado con las autoridades del centro de detención, y con uno de los migrantes, para que los condujeran a la República de Moldavia, situada entre Rumania y Ucrania, donde también representa a La Habana.
En ninguno de los dos casos, según dijeron los caribeños en su momento, el grupo recibió asistencia consular de las autoridades de su país.
Durante su tiempo en cautiverio, los migrantes pidieron ser trasladados a un país seguro de la Unión Europea y en sus declaraciones denunciaron el sistema totalitario imperante en Cuba, razón por la que se negaban a ser repatriados a la isla.
En el transcurso de su reclusión, los cubanos captaron y compartieron imágenes de la guerra con sus teléfonos móviles y describieron desde sus dormitorios los fuerte estruendos de las bombas y de las explosiones.
Incluso, pidieron al director del penal que les entregara fusiles AKM, para contra los invasores rusos.
Asimismo, agradecieron la cobertura noticiosa que sobre el caso concedieron reporteros y medios como Canal 41, Radio Televisión Martí, la cadena Univisión, MegaTV, todos con sede en Miami, así como activistas que también contribuyeron a proyectar su situación.
También, mediante el activista cubano residente en Nueva York, Efren Pulgarón, solicitaron sin éxito en una carta a la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, que los acogiera, después de que la funcionaria manifestara su disposición de recibir a personas que huyen de la guerra en Ucrania.
“Gracias por toda la ayuda incondicional, Patria y Vida”, dijo Hernández.