Los reclamos a los Gobiernos durante la Cumbre de las Américas no solo se hicieron en las conferencias o plenarios formales, sino que ocuparon la prensa y los espacios públicos.
Organizaciones exiliadas cubanas como el Colegio Nacional de Periodistas de Cuba en el Exilio, el Partido 30 de Noviembre o centros de monitoreo de Derechos Humanos como el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, aprovecharon la libertad de expresión y colocaron en las páginas de los diarios panameños sus pronunciamientos.
Los venezolanos aprovecharon también la prensa para pedir de un lado, que Obama derogue la orden ejecutiva contra siete represores de ese país suramericano. Y por otro, como la Mesa de la Unidad Democrática, denunciaron el acoso contra los opositores.
Exiliados cubanos como Salvador Romaní, presidente del gremio profesional de informadores cubanos, estuvo además en conferencias de prensa para respaldar a los cubanos de la isla y el exilio golpeados en Ciudad Panamá.
Otros cubanos, como Jesús Hernández, quienes sufrieron también el acoso de la delegación cubana en el Centro de Convenciones Vasco Núñez de Balboa, participó en un programa de la televisión panameña para relatar su odisea.
Los exmandatarios de Iberoamérica que expresaron su preocupación por la situación en Venezuela, desplegaron a toda página el documento. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) hizo su llamado a la libertad de expresión y el libre ejercicio del oficio a los mandatarios participantes utilizando las páginas de los diarios locales.
No faltaron los anuncios comerciales con la picaresca panameña, donde Raúl Castro y Barack Obama anunciaban rebajas de productos eléctricos de un centro comercial local.