El congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart dijo este jueves que las misiones médicas cubanas son un plan de tráfico humano lucrativo que da ingresos a la dictadura, y una herramienta de propaganda que pinta al régimen de La Habana como caritativo mientras se enriquece y reduce el acceso de los cubanos a los servicios de salud.
En una conferencia virtual este jueves de la Fundación Memorial Víctimas del Comunismo, el representante republicano por la Florida añadió que el régimen cubano gana unos 8.000 millones de dólares anualmente de esas misiones médicas, enviando a profesionales de la salud a países extranjeros donde se les quitan sus pasaportes, se les vigila y no se les paga su salario directamente, entre otros abusos.
“A los profesionales médicos cubanos no se les trata con el respeto básico a los derechos inherentes a su humanidad, son traficados y tratados como esclavos. Es un círculo vicioso que hay que romper”, dijo el congresista.
Sobre el proyecto de ley Detener las Ganancias del Régimen Cubano presentado en el Senado, y que pide al Departamento de Estado publicar la lista de países que tienen contrato con Cuba para su programa de misiones médicas, además de considerarlo como un factor en la clasificación del país en el reporte anual de Trata de Personas del Departamento de Estado, Díaz-Balart dijo que se está viendo al Congreso trabajar contra el tráfico humano, y que vendrán más acciones de este tipo.
“Se ve al Congreso despertándose ante esto, y se ven más acciones para luchar y detener el tráfico humano y para responsabilizar a los que cometen actos de trata”, expresó Díaz-Balart.
El congresista señaló, además, que el dinero que Cuba obtiene de las misiones médicas no se invierte en los ciudadanos, sino en la represión.
Agregó que el régimen en La Habana, junto a los de Caracas y Managua, representan una clara amenaza a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos, y a los de sus propios pueblos.
