Varios residentes de La Habana Vieja tendrán que esperar tres meses para recibir un dictamen de la Dirección Municipal de la Vivienda que les autorice a realizar reparaciones parciales a sus hogares, afectados por las inundaciones provocadas por las recientes lluvias.
Los habitantes de ese municipio capitalino enfrentan también dificultades para transitar por algunas calles debido al lodo que las cubre.
Mayra Vera, residente en la Calle Gloria entre Carmen y Belascoaín, en La Habana Vieja, comentó a Martí Noticias sobre la situación de un familiar suyo que vive en la misma cuadra y ha sufrido filtraciones en el techo de su cocina debido a las precipitaciones.
“Con los aguaceros se filtró todo y entonces toda esa agua estaba cayendo por gotera para la cocina y para los cuartos. Fueron a Vivienda (Dirección Municipal de la Vivienda) y le dijeron que tenían que esperar 90 días para venir a hacer un dictamen técnico. Eso determinaría que tienen que ver todo el techo que está mojado para que vengan a la azotea y echen un derretido o echen algo”, explicó Vera.
Además, Vera señaló que toda la calle permanece enlodada. “El agua ha bajado pero el fango sigue pegado en la calle. ¿Me entiendes? Para eso realmente se necesitan camiones con manguera y eso no lo han hecho. Vienen recogen la basura y se queda el fango en la calle”.
La preocupación por la proliferación de enfermedades transmitidas por mosquitos también está presente entre los vecinos: “Con toda esta situación de los mosquitos que hay, evidentemente que es peligroso. Recogen con unas palas los escombros y esas cosas, pero eso necesita venir con una manguera para mover todo eso”, añadió Vera.
Heriberto Mejías, otro residente del municipio Habana Vieja, aseguró que muchos han pasado a la fase de recuperación, sacando a la calle muebles y colchones mojados por las inundaciones, aunque enfrentan dificultades para adquirir materiales de construcción.
“En etapa de recuperación a ver si no sigue la lluvia, y siguen más afectaciones, pero ya las lluvias han cesado y bueno, el problema está en que no existen los materiales, los medios para recuperarse rápidamente”, dijo Mejías.
Lucía, una residente en el barrio habanero de Belén, también manifestó preocupación por la insalubridad agravada tras las lluvias.
“Compostela entre Sol y Luz lo que hay ahí de fango es mucho, aquí en el barrio de Belén”, comentó.
En una Habana que no tiene donde albergar a los afectados por derrumbes, según las respuestas de las autoridades a algunos residentes que así lo han comunicado con anterioridad a Martí Noticias, surge el temor por el posible colapso de estructuras tras los aguaceros del fin de semana.
El activista Pedro Quiala, desde La Habana Vieja, mencionó que "se puede desprender cualquier balcón, cualquier casa, cualquier techo, cualquier edificio".
"Yo mismo voy ahora mismo por el barrio de Jesús María, en La Habana Vieja y hay que caminar por el medio de la calle, porque te puede caer un edificio arriba”, afirmó.
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