Dayron Blanco es un obrero del béisbol.
Lejos de los focos que alumbran a las estrellas, el jardinero de los Reales de Kansas City trata de aprovechar cada oportunidad de juego que recibe para hacer su trabajo, haciendo uso de su endemoniada velocidad en las bases.
Usado, principalmente, como corredor emergente, en la semana del 12 al 18 de agosto desplegó un poder inusual con el madero y fue, a no dudarlo, el mejor cubano en este lapso en todas las Grandes Ligas.
Jugó en cuatro partidos y en nueve turnos al bate, despachó cinco imparables, para average de .556, con tres cuadrangulares y ocho carreras impulsadas.
Blanco consiguió el primer grand slam de su carrera y anotó cinco veces para la causa de los sorprendentes Reales, quienes, contra todo pronóstico, están dentro de la zona de clasificación hacia la postemporada.
El cubano ha sido una pieza clave en ese éxito, a pesar de no ser un jugador de todos los días.
Pero casi siempre que sale a correr de emergente, se roba una base y se coloca en posición de anotar, además de resultar un seguro a la defensa en los innings finales de los juegos, al punto de que, en 270 entradas, no ha cometido error y se ha ganado reputación por el poder de su brazo.
Buena semana tuvo también Luis Robert Junior, de los Medias Blancas de Chicago.
En los últimos siete días, Robert se fue de 21-7, para promedio de .333, con par de bambinazos y cinco carreras remolcadas.
Fue una rareza para el jardinero central de Chicago, quien ha tenido una temporada decepcionante, con apenas .209 de average, 14 jonrones y 31 impulsadas.
Otro que tuvo un esperanzador despertar fue Adolis García, de los Rangers de Texas.
“El Bombi” conectó diez hits en 30 turnos, para average de .333, con cinco anotadas y seis empujadas.
Entre sus imparables sumó un doblete y par de cuadrangulares, para llegar a 21 en la campaña.
Y José “Candelita” Iglesias sigue callando bocas con su bate con los Mets de Nueva York, equipo al que le ha inyectado una inesperada dosis de alegría con su juego y su tema “Oh, my God”, pegado en las listas de éxitos de la música urbana latina.
En los últimos siete días, Iglesias aportó seis cohetes en diez veces, para average de .600.
Su promedio de .342 es el más alto de toda la Liga Nacional, aunque no tiene los turnos necesarios para optar por el título de bateo del viejo circuito.
Frío, frío
Los Marineros de Seattle adquirieron al carismático Randy Arozarena de los Rays de Tampa Bay con la esperanza de que los ayudara al empujón final para entrar a los playoffs.
Sin embargo, Arozarena ha continuado en Seattle el mismo paso decepcionante de toda la temporada, con poco que aportar a su nuevo equipo.
En la pasada semana, el pinareño tomó 18 turnos al bate y apenas ligó un hit, para un anémico average de .056 y en 11 de esas ocasiones se ponchó.
En toda la campaña, batea apenas para .216, con 16 jonrones y 42 impulsadas, al tiempo que ha abanicado en el 30 por ciento de sus turnos.
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