Boxeo, el deporte que más medallas le ha aportado a Cuba en la historia de los Juegos Olímpicos, será una de las disciplinas que no estarán presentes en el calendario de Los Angeles 2028.
Ello significará un duro golpe para el deporte cubano, que acaba de terminar en el lugar más bajo en el medallero olímpico en seis décadas.
Desde México 1968 hasta París 2024, el boxeo cubano suma 80 medallas, 42 de oro, 19 de plata y 19 de bronce.
En la recién finalizada cita olímpica, en la capital francesa, esta disciplina aportó una de las dos preseas doradas de toda la delegación, además de una de las seis bronceadas.
El pugilismo, que se incluyó en los Juegos de St. Louis 1904, es objeto de un conflicto entre la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) y el Comité Olímpico Internacional (COI) por cuestiones financieras y de corrupción, que datan desde 2019.
Quizás regrese a Brisbane 2032, pero no bajo la égida de la IBA, sino de la mano de World Boxing, un nuevo organismo creado para regir los destinos del boxeo internacional amateur, pero definitivamente no estará en la cita angelina.
Regresa el béisbol, ¿será definitivo?
También fue excluido el breakdance, cuyo debut en París 2024 estuvo rodeado por el debate de si debía considerársele deporte o una expresión artística, mientras que el béisbol, que ha tenido un historial intermitente en los Juegos Olímpicos, volverá en la próxima edición de Los Angeles 2028.
Dependerá en gran medida de las Grandes Ligas que esta vuelta al olimpismo sea definitiva.
La primera vez que se jugó béisbol en una cita olímpica fue hace 124 años, en la segunda edición celebrada en París en 1900. Pero fue a modo de exhibición en aquellos prologados Juegos Olímpicos que se extendieron por más de cinco meses y se celebraron a la par de la Feria Mundial de París.
También hubo pelota de manera extraoficial en St. Louis 1904, Melbourne 1956, Los Angeles 1984 y Seúl 1988, antes de que se convirtiera en deporte olímpico como tal en Barcelona 1992.
Desde entonces ha sido un ir y venir, en dependencia de la voluntad del país organizador, que tiene la potestad de incluir o excluir algún deporte del calendario.
Por lo general, cuando los Juegos Olímpicos los acoge un país sin tradición beisbolera, prefiere dejar fuera este deporte pues, de lo contrario, ello implicaría construir estadios que luego caerían en desuso, pues por sus dimensiones más pequeñas no servirían ni para adaptarlos luego para el fútbol, por ejemplo.
Por el contrario, cuando la cita cuatrienal cae en un país apasionado de las bolas y los strikes, regresa de nuevo al calendario de competencias, aunque con un formato limitado y sin la participación de los mejores peloteros del mundo.
En Los Angeles, los organizadores no tendrán que construir ningún estadio de pelota, pues ahí están los parques de los Dodgers y los Angelinos.
Podría depender de la voluntad de MLB que este regreso sea definitivo y no temporal, como ha sido hasta ahora.
Para eso, habría que autorizar la participación de los mejores jugadores de Grandes Ligas, aunque ello implique una modificación del calendario de la temporada, que podría incluir la suspensión del Juego de las Estrellas, en julio, y parar las acciones por al menos 10 días.
Un torneo olímpico con los mejores peloteros del mundo en ese momento no rivalizaría, como temen algunos, con el Clásico Mundial de Béisbol (WBC), pues tendría un formato más pequeño y una duración más corta.
Elevar al máximo la calidad de la competencia ayudaría a perpetuar el béisbol en los Juegos Olímpicos, más allá de Los Angeles 2028.
Y como el Comité Olímpico Internacional (COI) busca desde hace tiempo una paridad entre participantes hombres y mujeres, de la mano del béisbol entrará el softbol femenino, otra disciplina que ha tenido una presencia intermitente en estas magnas citas deportivas.
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