Los demócratas del Congreso presentaron este jueves un proyecto de ley de inmigración que incluye establecer un camino hacia la ciudadanía para unos 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos.
El senador cubanoamericano Bob Menéndez, el hispano de más alto rango en el legislativo, y la representante Linda Sánchez, junto con otros congresistas, realizaron una conferencia de prensa virtual para presentar el proyecto de ley denominado “Ley de Ciudadanía Estadounidense de 2021".
"Los demócratas estamos presentando la visión del presidente Biden para la reforma migratoria porque creemos que es la visión correcta. Sabemos que el camino a seguir exigirá negociaciones con otros, pero no vamos a hacer concesiones desde el principio”, dijo el Senador por Nueva Jersey.
El proyecto de ley expande el programa para refugiados y designa fondos federales para utilizar nuevas tecnologías en la seguridad fronteriza. Además prevé que los indocumentados puedan solicitar un estatus legal temporal, con la opción de que puedan pedir tarjetas de residencia o "Green Card" después de cinco años si pasan verificaciones de antecedentes penales y de seguridad nacional y pagan sus impuestos.
Los "soñadores", como se conoce a los inmigrantes llegados al país siendo niños, así como los amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS) podrán aspirar a una residencia legal de "inmediato" y tres años más tarde a la ciudadanía.
"Tenemos un imperativo económico y moral de aprobar una reforma migratoria grande, audaz e inclusiva que no deje a nadie atrás, ni a nuestros soñadores y titulares de TPS, ni a nuestros trabajadores agrícolas y empacadores de carne, ni a nuestros trabajadores esenciales, ni a nuestros padres, amigos y vecinos”, expresó Menéndez.
También se eliminarían las barreras de varios años para el reingreso para ciertas personas que vivieron ilegalmente en los Estados Unidos y luego se fueron y se acepta el reclamo de algunas organizaciones al cambiar el término “extranjero" por "no ciudadano".
Para ser aprobada, la ley propuesta por Biden deberá conseguir la totalidad de los votos demócratas en el Senado, 50, y asegurar diez republicanos. De lo contrario, estará condenada a fracasar como ha sucedido con los intentos de regularización en los años anteriores.
