Crece el número de personas multadas en la capital cubana por “infracciones” relacionadas con la pandemia al tiempo que la población manifiesta un notable estado de crispación al considerarlas injustas e inapropiadas, dijeron a Radio y Televisión Martí residentes en los municipios de Centro Habana y San Miguel del Padrón.
Según informó el diario oficialista Tribuna de La Habana, en la jornada del lunes se impusieron 1,062 multas, de ellas 625 por el Decreto 14 de 2020, para un acumulado de 9,295.
Añade el reporte que hasta el momento se han cobrado 4,174 de esas multas, y se han duplicado 385.
Sobre procesos juidiciales asociados a las nuevas medidas de control, señaló que se han presentado 989 causas, realizado 985 juicios (80 de ellos "relacionados con el incumplimiento de las medidas de distanciamiento e higiénico-sanitarias") y sancionado a 1,092 personas. Las principales causas son propagación de epidemias, desacato, desobediencia y actividad económica ilícita, entre otras.
María Mercedes Benítez, sindicalista independiente de Centro Habana dijo que es cierto que en algunos momentos hay indisciplina social "dado por la escasez, pero no hay razón para proceder contra todos por igual".
Recalcó que el gobierno debe saber que el desabastecimiento no es culpa de la población.
Las multas de los que viven en Centro Habana las aplican en las estaciones policiales de Zanja y El Cerro, y ha visto que en los últimos días a su hijo y a dos vecinas los multaron a un precio muy elevado.
"A mi hijo por bajarse el nasobuco para fumar en un área donde no había personas a su alrededor lo multaron solo con 30 pesos" y según Benítez "tuvo suerte, pues le dijeron que por ser la primera vez le imponían esa cantidad".
Relató que una de sus vecinas salió a botar la basura en la calle, frente a su casa donde no había nadie y se le olvidó el nasobuco. "Enseguida llegaron los policías y la condujeron a la Estación, donde ordenaron multarla con 2,000 pesos".
Benítez dijo que a otra vecina "la multaron con 3,000 pesos por tener la música puesta en su casa", algo que calificó de "inaudito".
Benítez recalcó que la gente está "crispada" y no le permiten ni distraerse.
El procedimiento en Centro Habana para multar está en manos de los uniformados que "simplemente te ven cometiendo la supuesta infracción, te llevan hasta la unidad policial y le dicen a los que se encargan de rellenar el formulario que le pongan una multa por la cantidad que se les ocurra", explicó Benítez.
La activista Eralidis Frómeta, residente en San Miguel del Padrón, considera que las están aplicando "por gusto" y ya varios afectados le han dicho que "no las van a pagar", aseguró.
Un amigo de su hija fue multado con 2,000 pesos por fumar, aunque lo hizo apartado de las personas, respetando las reglas de distanciamiento social, y "él la rompió y no la pagará".
La activista recalcó que en Cuba sigue el acoso contra la población y no hay opciones para que la gente reclame sus derechos.
Según Frómeta, en su municipio "tanto a policías, inspectores estatales y al personal que trabaja en los policlínicos les han dado talonarios para aplicar multas" cuando vean que se cometa una infracción.
A su juicio, ese procedimiento ofrece más posibilidades de acciones injustas o desmedidas contra la ciudadanía.