Muchos califican de excesivas las multas establecidas por las autoridades cubanas para quienes violen lo regulado durante el toque de queda que se decretó desde el primero de septiembre y durante 15 días en La Habana.
Leydis Roque, una residente del municipio La Lisa dijo a Radio Martí que estas multas no se pueden pagar porque la gente no tiene esta cantidad de dinero.
Para el abogado Julio Ferrer, antes de establecer el monto a pagar, las autoridades deben tener en cuenta el ingreso promedio del ciudadano común en el país.
Es necesario que las personas ganen lo suficiente como para poder pueda resarcirse del pago de una multa tan alta.
Según el diario Tribuna de La Habana en las últimas 24 horas se han impuesto en la capital cubana 651 multas, de ellas 428 de 2000 pesos por no uso de la mascarilla, 4 por 3 mil pesos en instituciones que no habilitaron los pasos; 4 por juegos en la vía y a 11 vehículos se les retiró la chapa por circular fuera de horario, entre otras sanciones.
Desde Arroyo Naranjo, el municipio más afectados con el coronavirus en el país, la activista Anaís Penalva dijo a Radio Martí que están haciendo pagar a la población por una culpa que en realidad pesa sobre el gobierno por el mal manejo de la crisis.
“Las multas deben de ponérselas ellos, porque si con tiempo hubieran cerrado toda Cuba, nada de esto nos estuviera pasando. Pero ahora el culpable es el pueblo, las consecuencias las paga el pueblo”.
La opositora también criticó el alto monto de las sanciones: “De dónde van a sacar las personas dos mil y tres mil pesos para pagar una multa en diez días. Si no la pagas se te duplica y al mes vas preso”.
El doctor Carlos Alberto Martínez Blanco, director de Salud de La Habana, en la provincia "se acumulan dos 497 mil positivos, en un total de 247 mil 269 PCR procesados, para un 1,01 por ciento de confirmación y una tasa de incidencia acumulada de 116,9 por 100 mil habitantes".
Pero a pesar de todo el rigor impuesto por las autoridades y los operativos policiales, todavía muchas personas buscan evadir el toque de queda.
“Las personas ven a la policía, se esconden y cuando se van, vuelven a salir. Lo veo aquí cerca de mi casa , son las 7, las 8, las 10 y las 11 de la noche y la gente está afuera”, dijo la activista.