Diecisiete nuevos presos políticos entraron a las cárceles cubanas en mayo, según la organización Prisoners Defenders (PD). La lista general asciende a 1.037 prisioneros políticos y de conciencia, que sufren condenas judiciales o disposiciones de limitación de libertad.
“La represión sigue aumentando en Cuba, mientras el gobierno cubano rubrica oscuras alianzas con Rusia”, denunció Javier Larrondo, presidente de PD.
En mayo salieron de la lista 28 presos políticos, “la mayoría tras el cumplimiento íntegro de la sanción impuesta”. Actualmente, 35 menores siguen en prisión: 32 de ellos ya cumplen sentencia y tres están siendo procesados penalmente.
Larrondo cuestionó además el reciente viaje a Cuba del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en especial su apoyo a “empresas controladas por la oligarquía militar dominante” y la ausencia de gestos públicos con los presos políticos.
“Ha ido el señor Borrell a Cuba para no reunirse con nadie de la sociedad civil, ni tener una sola palabra de aliento a los presos de conciencia y sus familias”, lamentó el activista.
Además, reprochó a los funcionarios de Bruselas que “las escasas conversaciones que hay con la sociedad civil se mantienen a escondidas, a hurtadillas, como si se reunieran con criminales”.
“Es un error incumplir el Acuerdo de Diálogo y no visibilizar a la sociedad civil. Y es un error, de similar magnitud, negarse a proveer fondos de la Unión Europea a la sociedad civil en Cuba. Mantener el silencio y no apoyar a las familias de los presos políticos públicamente, es además una indecencia”, afirmó Larrondo.
Según la lista de Prisoners Defenders, 214 manifestantes han sido acusados de sedición y al menos 207 ya fueron sentenciados a un promedio de diez años de privación de libertad, cada uno.
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