Los senadores estadounidenses Marco Rubio (R-FL) y Dick Durbin (D-IL) emitieron un comunicado después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hiciera publico un informe en el que halló al gobierno cubano responsable de las muertes de los activistas Oswaldo Payá y Harold Cepero en 2012. y concluyera que agentes estatales estuvieron involucrados en el incidente.
A estos senadores se les unió un grupo bipartidista de sus colegas: Bob Menendez (D-NJ), Ben Cardin (D-MD), Mark Warner (D-VA), Ted Cruz (R-TX) y Bill Cassidy (R-LA).
Los senadores dijeron que por fin, hay “un veredicto claro” sobre lo que se sospechó desde un principio.
“Tras años de acoso mezquino y cobarde al patriota cubano y activista pro-democracia Oswaldo Payá, la responsabilidad de su trágica muerte y la de su colega Harold Cepero recae sobre la dictadura cubana”, apuntaron.
Expresaron, además, que “la culpabilidad de la muerte de Payá y Cepero también resalta la realidad de los muchos presos políticos y de conciencia en la isla" que han sido censurados, encarcelados arbitrariamente, torturados y víctimas de hostigamiento, simplemente, por exigir libertad política o económica.
“Desde hace mucho tiempo que la dictadura cubana debió honrar el sueño de Payá y Cepero de tener una sociedad más abierta en Cuba y dejar de culpar a todos menos a su propia ineptitud, mala gestión y priorización de su propio enriquecimiento por el sufrimiento del pueblo cubano”, añadieron los congresistas.
Mientras tanto, el diario The Washington Post, también reaccionó a la publicación del informe de la CIDH. En un editorial, el periódico opinó que “los hallazgos subrayan una vez más la necesidad de una investigación exhaustiva de las muertes”.
El diario recuerda que en su último día, Payá y Cepero viajaban a Santiago de Cuba para realizar actividades políticas.
“Fueron conducidos en un auto alquilado por Ángel Carromero, un prometedor político español que había venido a Cuba para ayudar como voluntario a Payá, acompañado por un líder político juvenil sueco, Jens Aron Modig. Cuando se acercaban a la ciudad de Bayamo, un automóvil con placas azules del gobierno aceleró y los embistió por detrás, lo que provocó que el señor Carromero perdiera el control del automóvil alquilado, el cual, según el relato oficial, chocó contra un árbol, provocando las muertes”, relata el Washington Post.
Cuenta además que Carromero fue declarado culpable de homicidio vehicular y sentenciado a cuatro años de prisión en octubre de 2012, y que Cuba siempre ha insistido en que el Sr. Carromero conducía a exceso de velocidad, que es totalmente responsable del accidente, y que ningún auto chocó contra el vehículo de Payá.
“Después de que fue liberado para cumplir su mandato en España, en diciembre de 2012, el Sr. Carromero nos concedió una entrevista y dijo que lo habían obligado a hacer una confesión falsa en Cuba. Insistió en que el coche de alquiler fue embestido por detrás. Esto es corroborado por mensajes de texto enviados el día del naufragio por el Sr. Modig y el Sr. Carromero”, dice el diario.
El Washington Post señala que Cuba “nunca ha movido un dedo para investigar adecuadamente la muerte de Payá”.
“Quedan muchas preguntas sin respuesta sobre las muertes. Una de las más importantes —no contestada por la comisión— es: ¿Quiénes eran los agentes cubanos en ese carro que embistió a Payá? ¿Quién los envió? La familia de Payá, y el pueblo cubano, merecen algo mejor”, concluye el editorial.
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