Merva M. Galarraga y Bermúdez es una cubana doctora en Pedagogía de 89 años. A pesar de sus méritos profesionales y su avanzada edad, vive en condiciones infrahumanas. Ha enviado varias cartas a diferentes instancias del Estado cubano, pero no ha recibido respuesta.
Su casa, destruida por el abandono y una larga ausencia de recursos, se encuentra a unos pocos metros de la oficina de Jorge Jesús Hernández, presidente de la Asamblea del Poder Popular (gobierno local) del municipio de Perico, provincia de Matanzas.
Pero que la ilustre profesora viva en la más absoluta miseria, no es preocupación para las autoridades. Ha quedado sola, desamparada.
El activista de derechos humanos Félix Navarro Rodríguez, del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel y quien fuera alumno suyo en la secundaria, filmó el domicilio de la anciana, enclavado en la céntrica calle Martí, casi frente a la iglesia San Miguel Arcángel de Perico.
El breve pero impactante video muestra cómo la educadora no cuenta con las más mínimas condiciones sanitarias.
Las paredes, las ventanas, el techo y el piso casi totalmente destruidos. Un escaparate a la intemperie, restos de una cocina. Quien vea estas imágenes no puede imaginar que se trate de una vivienda habitada.
“Hice mucho por mis alumnos. Me sacrifiqué mucho por la educación y mira cómo vivo”, se escucha decir a la pedagoga en el video, ya con dificultades para hablar, sentada al borde de su cama, rodeada de unos pocos muebles inservibles.
“Están esperando que se muera para apropiarse de todo porque ella no tiene hijos”, denuncia Navarro Rodríguez, quien narra el video, donde explica que la octogenaria maestra “es la única que queda de su familia, al no ser una sobrina que está en litigio”.
Merva M. Galarraga y Bermúdez obtuvo su doctorado en pedagogía en la Universidad de La Habana y sirvió como profesora en escuelas primarias y secundarias de Perico, dirigiendo en una de ellas la Cátedra de Biología.